Jan Yunis, Franja de Gaza.- Seham Fawzy Khodeir observa mientras su hijo yace dentro de una incubadora deteriorada y escucha su débil llanto, mezclado con el sonido amortiguado del equipo médico.
La madre de seis hijos está cada vez más preocupada por la supervivencia de Hisham al Lahham, quien sólo tenía unos días de nacido, respiraba con ayuda de equipos y era alimentado a través de una sonda en su diminuta nariz.
Lo más preocupante es que el alimento infantil especializado que necesita para sobrevivir se está agotando.
“No hay leche”, dijo la madre de 24 años a The Associated Press. La necesita “para mejorar, para vivir y para ver la vida”.
Hisham es uno de 580 bebés prematuros en riesgo de morir de hambre en toda la Franja de Gaza devastada por la guerra, según el Ministerio de Salud de Gaza. Khodeir y otros culpan al bloqueo de Israel por la difícil situación de sus hijos. Los médicos dicen que, aunque se ha entregado algo de fórmula infantil, la situación es grave. Su desesperación llega en un momento en que la guerra en Gaza ha sido opacada por la guerra entre Israel e Irán.
“Estos bebés no tienen tiempo... ni voz”, observó el doctor Ahmed al Farah, jefe del departamento de pediatría y obstetricia del Hospital Nasser, la principal instalación médica que aún funciona parcialmente en el sur de la Franja de Gaza.
El hijo de Khodeir es uno de diez bebés que se encuentran en incubadoras en la unidad de cuidados intensivos neonatales de Nasser. La semana pasada, Al Farah dio la alarma, advirtiendo que las existencias de alimentación infantil especializada en el hospital estaban ya “completamente agotadas”.