Fotos | Entre reclamos a Calderón, llega familia de García Luna a Corte

El que sigue es Felipe Calderón y Calderón sí sabía, dicen las cartulinas de los manifestantes en Nueva York

El Universal.- A unas horas de que el juez Brian Cogan dé a conocer la sentencia para Genaro García Luna, la familia del el exsecretario de Seguridad mexicano, arribó este miércoles a la Corte acompañada por César de Castro, abogado del exfuncionario.
En la red social X circulan ya algunos videos de la llegada de Linda Cristina Pereyra y Luna García, la esposa e hija de García Luna, a la Corte de Brooklyn, en Nueva York.
Junto con ellas, al inmueble donde se dará a conocer si García Luna pasará su vida en prisión o por lo menos 20 años, llegó el abogado César de Castro, defensa del exsecretario de Seguridad de México en el sexenio de Felipe Calderón.
En uno de los videos se logra escuchar algunos reclamos de justicia por parte de algunas de las personas que se dieron cita afuera de la Corte, así como un "es culpable" y "sigues tú Felipe Calderón".
La víspera, como último intento, Genaro García Luna pidió clemencia al juez solicitándole que le imponga la sentencia más corta posible, que podría ser de 20 años de prisión, aunque la Fiscalía pide la cadena perpetua para el exfuncionario mexicano.

García Luna pide clemencia en una carta al juez

Nueva York, 16 oct (EFE).- El exsecretario de Seguridad Pública mexicano Genaro García Luna, que afronta este miércoles una potencial sentencia de cadena perpetua en Estados Unidos por delitos de narcotráfico y crimen organizado, pidió clemencia horas antes de conocer su destino en una carta al juez.

"Su señoría, con el más profundo de mis sentimientos le solicito respetuosamente me permita regresar lo antes posible con mi familia y reincorporarme a la entrañable sociedad a la cual respeto y pertenezco", dice García Luna en una misiva escrita a mano y dirigida al magistrado Brian Cogan unas 24 horas antes de la audiencia.

El exfuncionario mexicano, que lleva casi cinco años en un penal de Brooklyn, recibirá su sentencia hoy en Nueva York después de que un jurado lo declarara culpable el pasado febrero, tras un juicio, de cargos de narcotráfico, delincuencia organizada y falso testimonio ante las autoridades estadounidenses.

García Luna tendrá derecho a transmitir un mensaje público final en la audiencia ante Cogan, donde se espera que se reafirme en la hipótesis de que es víctima de un complot en su contra, como argumentó de nuevo en esta carta, en la que repasa sus orígenes trabajadores, su vida familiar y su "respeto por la ley".

En ese sentido, pide que "se consideren todos los factores que dieron origen a este juicio, entre otros la información falsa aportada por el Gobierno de México y los testigos criminales, su complicidad en mi contra y mi responsabilidad en el combate frontal al narcotráfico donde además se enfrentan poderosos intereses políticos".

"Yo nunca he sido una amenaza o riesgo para la comunidad. Mis valores, convicciones, conducta e historia de vida no tienen ningún registro criminal, todo lo contrario. El dinero sucio, los malos hábitos, la mala conducta no se pueden ocultar inclusive en condiciones extremas", se destaca en el escrito.

El que lideró la 'guerra contra el narco' en México aseguró que siempre ha "repudiado y rechazado" las drogas, y que fue "implacable en contra de los criminales que las producen, trafican y lucran" con ellas.

Asimismo, sostuvo que el expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) desmanteló el Poder Judicial del país y que, con ello, se pretende encarcelar "a quienes combaten a sus aliados políticos vinculados al narcotráfico", advirtiendo de una etapa "peligrosa" en el país.

La presidenta actual, Claudia Sheinbaum, consideró hoy a García Luna un "un narco", denunció "mucho cinismo" en sus palabras y cuestionó la autoridad moral del exfuncionario para referirse a estos temas.

La fiscalía del distrito Este de Nueva York pidió una pena de cadena perpetua y una multa mínima de 5 millones de dólares, mientras que la defensa del exfuncionario reclama una pena menor, de 20 años.