La Ndrangheta, la mafia calabresa, por largo tiempo subestimada y considerada “atrasada”, es en realidad la organización criminal más rica, aguerrida, poderosa y líder mundial en el tráfico de drogas, según un informe de la comisión parlamentaria Antimafia italiana, publicado hoy.
“La Ndrangheta es líder mundial en el tráfico de estupefacientes. Tiene relaciones privilegiadas, si no es que exclusivas, con los principales cárteles del narcotráfico en Centro y Sudamérica, y es la organización que ha sabido explotar mejor las oportunidades de la globalización”, aseguró el documento.
Resaltó que esa mafia se encuentra “profudamente enraizada”en la sureña región de Calabria, sobre la que ejerce un “asfixiante control del territorio, de las actividades económicas y de la administración pública”.
Si embargo, agregó, se ha instalado en todas las regiones del país europeo, aunque con grados de penetración diferentes, y cuenta también con un marcado perfil internacional. El reporte subrayó la estructura unitaria de la organización, reconocida sólo en tiempos recientes por una sentencia de la Corte Suprema.
También enlistó sus modalidades de colonización del norte de Italia y se refirió a su capacidad de condicionar la economía legal, debido no sólo al uso de la violencia y la intimidación, sino fundamentalmente mediante la convergencia de sus intereses con los de empresarios sin escrúpulos, y a su red de complicidades con la política.
“Es una Ndrangheta de negocios, dinámica, flexible, profundamente infiltrada en el tejido vital de las actividades más ricas y dinámicas del país”, advirtió. Al presentar el reporte, la presidenta de la comisión parlamentaria Antimafia, Rosi Bindi, destacó que durante mucho tiempo la organización criminal calabresa fue subestimada.
“Por lago tiempo subestimada y considerada equivocadamente una mafia subalterna y atrasada, la Ndrangheta se aprovechó y es hoy la organización criminal más rica, aguerrida y poderosa”, declaró.
Bindi recordó que la Ndrangheta está infiltrada en el mundo del futbol, en particular entre los seguidores del equipo Juventus, en Turín. Resaltó que la mafia calabresa controlaba grupos de “ultras”, cuyos jefes en algunos casos han sido miembros de la propia organización.