Washington.- El gobierno del presidente Donald Trump lanzó ataques militares el viernes en Siria para “eliminar” a los combatientes del grupo Estado Islámico y sus almacenes de armas en represalia por una emboscada en la que murieron dos soldados y un intérprete civil estadounidense hace casi una semana.
Un funcionario de EU dijo que se trató de un ataque “a gran escala”, el cual alcanzó 70 blancos en áreas de toda Siria central que tenían infraestructura y armas del EI. Otro funcionario estadounidense, que también habló sobre la condición de guardar el anonimato para poder declarar sobre operaciones delicadas, indicó que es de esperar que haya más ataques.
“Esto no es el comienzo de una guerra, es una declaración de venganza. Los Estados Unidos de América, bajo el liderazgo del presidente Trump, nunca titubearán ni se rendirán para defender a nuestro pueblo”, manifestó el secretario de Defensa, Pete Hegseth, en sus redes sociales.
La nueva operación militar en Siria se lleva a cabo incluso después de que el gobierno de Trump ha dicho que busca enfocar su atención más cerca de casa en el hemisferio occidental, acumulando una armada en el mar Caribe mientras apunta a presuntos barcos de contrabando de drogas, y comprometiéndose a seguir incautando buques petroleros sancionados como parte de una campaña de presión sobre el presidente venezolano Nicolás Maduro.
El presidente Trump prometió que habría “represalias muy serias” después del tiroteo en el desierto sirio, del cual culpó al Estado Islámico.