Impacto del Paro de Ferrocarriles de Canadá en la Economía Regional

Negociaciones estancadas en ferrocarriles de Canadá: claves y consecuencias

TORONTO (AP) — Las empresas y los consumidores de todo Canadá y Estados Unidos estaban en peligro de sufrir daños económicos considerables después que los principales ferrocarriles de carga de Canadá paralizaran por completo el jueves debido a una disputa contractual con sus trabajadores.

Los funcionarios del gobierno canadiense se reunieron urgentemente para discutir el cierre. Las compañías de ferrocarriles Canadian National y CPKC pararon las actividades de sus empleados luego que pasara el plazo de las 12:01 de la madrugada del jueves sin nuevos acuerdos con Teamsters Canada Rail Conference, que representa a unos 10.000 ingenieros, conductores y despachadores.

Todo el tráfico ferroviario en Canadá y todos los envíos que cruzan la frontera de Estados Unidos se han detenido, aunque los trenes de CPKC y CN seguirán operando en Estados Unidos y México.

Miles de millones de dólares en mercancías se mueven cada mes entre Canadá y Estados Unidos por ferrocarril, según el Departamento de Transporte de Estados Unidos. Muchas empresas de todos los sectores dependen de los ferrocarriles para entregar sus materias primas y productos terminados, por lo que sin un servicio ferroviario regular es posible que tengan que recortar o incluso cerrar.

Ambas compañías de ferrocarriles han señalado que pondrían fin al cierre patronal si el sindicato aceptaba un arbitraje vinculante, al tiempo que los sindicatos indicaron que continúan en la mesa de negociaciones.

Grupos empresariales han instado al gobierno a intervenir, pero el primer ministro Justin Trudeau se ha negado a obligar a las partes a un arbitraje vinculante por temor a ofender a Teamsters Canada Rail Conference y a otros sindicatos.

El ministro canadiense de Servicios Públicos y Adquisiciones, Jean-Yves Duclos, instó a ambas partes a resolver sus diferencias.

"Tienen que hacer su trabajo para llegar a un acuerdo pronto", afirmó en una rueda de prensa.

El ministro de Trabajo canadiense Steven MacKinnon tenía programadas reuniones "durante todo el día sobre este asunto extremadamente importante", según un comunicado de su oficina.

Los líderes empresariales estaban furiosos por la falta de intervención gubernamental.

Las negociaciones están estancadas en cuestiones relacionadas con la forma en que se programa a los trabajadores ferroviarios y preocupaciones sobre las reglas diseñadas para prevenir la fatiga y proporcionar un descanso adecuado a las tripulaciones de los trenes. Ambos ferrocarriles habían propuesto alejarse del sistema existente, que paga a los trabajadores en función de las distancias recorridas, a un sistema por horas que, según dijeron, hará más fácil proporcionar tiempo libre predecible.