Anchorage, Alaska.- Un sismo de magnitud 7.9 hizo que los residentes de Alaska hicieran maletas apresuradamente y corrieran hacia los centros de evacuación en plena madrugada del martes luego de que recibieran una alerta en sus teléfonos que advertía que un tsunami podía golpear la costa sur del territorio y el oeste de Canadá.
Por fortuna el maremoto nunca llegó, pero la gente pasó varias horas en los refugios a la espera de una potencial catástrofe que podría arrasar con sus comunidades en cualquier momento.
El sismo en el Golfo de Alaska generó la alerta que despertó a los residentes poco después de la medianoche del martes. Los automovilistas atiborraron la única carretera que los sacaba de sus poblados. Muchos se refugiaron en las escuelas y en otros inmuebles.
Aunque los residentes de Alaska están acostumbrados a las amenazas y los simulacros de tsunami, la alerta en la medianoche provocó algunos momentos de inquietud. En los mensajes de alerta enviados a los teléfonos se leyó: “Aviso de emergencia. Peligro de tsunami en la costa. Vayan a zonas altas o tierra adentro”.
Keith Perkins, residente de Sitka, en el sureste de Alaska, llegó a una escuela secundaria después de que llegó la alerta de tsunami a su teléfono.
Horas más tarde, la alerta de tsunami fue cancelada por las autoridades y la gente pudo regresar a sus hogares por una hora o dos, antes de que comenzara la rutina.
No hubo informes de daños o víctimas, ni siquiera en la isla de Kodiak, el territorio más cercano al epicentro del sismo.