LA PAZ, Bolivia (AP) — El general Juan José Zúñiga, el exjefe militar que lideró esta semana un fallido intento de golpe de Estado en Bolivia, dijo que "en algún momento se sabrá la verdad" sobre esos hechos cuando era trasladado el sábado a un penal de alta seguridad en las afueras de La Paz.
"El resto son inocentes, hay inocentes", alcanzó a decir Zúñiga a la prensa en una aparente referencia a los otros 21 detenidos, mientras era introducido a un vehículo en medio de un fuerte dispositivo policial. El excomandante del ejército estaba esposado y resguardado por dos agentes de la policía.
El penal de máxima seguridad de Chonchocoro, a donde fue llevado Zúñiga, está situado a unos 50 minutos por carretera de La Paz en la vecina ciudad de El Alto. Allí también está detenido preventivamente desde hace un año y medio el gobernador de Santa Cruz y líder opositor Luis Fernando Camacho por la crisis política de 2019 que precipitó la renuncia del entonces presidente Evo Morales.
Zúñiga es investigado por el alzamiento armado y terrorismo junto al excomandante de la Armada, vicelmirante Juan Arnez, y el excomandante de una brigada mecanizada del ejército, el coronel Edison Irahola. Estos dos últimos tambien fueron traslados al mismo penal esposados y escoltados por policías.
Otros 14 de los 21 detenidos comparecían el sábado ante un juez de medidas cautelares, quien podría también ordenar prisión preventiva para ellos mientras son investigados. La audiencia se realizaba de modo virtual por razones de seguridad. Todos son procesos por alzamiento armado y terrorismo.
El abogado Alexis Fuentes, defensor de uno de los detenidos, cuestionó la decisión de la fiscalía de procesar por el mismo delito a todos los detenidos. "Eso no tiene lógica, no hay individualización de los delitos de cada uno de los procesados", se quejó.
En las afueras de la policía, medio centenar de seguidores del presidente Luis Arce gritaban "¡Cárcel para Zúñiga!". Muy cerca de la zona estaban los familiares de los 21 detenidos por la asonada militar entre ellos la esposa de Zúñiga, Graciela Arancibia.
"Estamos siendo acosadas, hostigadas y eso es injusto. Soy madre de un niño de seis años y pido respeto", dijo la mujer a la panresa entre sollozos.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, supervisó el traslado de Zúñiga.
Ante los reclamos de algunos aprehendidos que aseguran haber cumplido órdenes, del Castillo dijo que es norma en las fuerzas armadas que las "órdenes se dan por escrito".
"Hay militares que se insubordinaron a Zúñiga y serán testigos. Estamos investigando", gregó.
El presidente Arce aseguró la víspera a The Associated Press que el objetivo de los golpistas era derrocarlo y poner en el poder a Zúñiga, el excomandante que fue colaborador cercano al mandatario desde 2022 cuando asumió el cargo.
Opositores al presidente Arce, entre ellos el propio expresidente Evo Morales y líderes de organizaciones ciudadanas, han puesto en duda la versión del gobierno y dicen que se trató de un autogolpe con base en las declaraciones de Zúñiga, quien, al ser detenido, dijo que fue el mandatario quien le pidió planear una acción militar para levantar su popularidad.
El mandatario ha desmentido esa acusación. "Por supuesto que rechazo esa versión", aseguró.
Arce afronta un creciente clima de malestar social debido al deterioro de la economía y el alza en el costo de vida. Las disputas con Morales por el liderazgo del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) le han hecho perder fuerza política al mandatario.