Quito, Ecu.- El Gobierno de Ecuador aseguró este sábado que conocía sobre el riesgo de fuga inminente del país del exvicepresidente Jorge Glas, razón por lo que irrumpió por la fuerza en la Embajada de México en Quito para llevarlo detenido a una cárcel.
Así lo manifestó la canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, en una declaración de prensa en la que insistió en que su Gobierno agotó el diálogo con el Ejecutivo mexicano antes de ordenar la irrupción policial a la Embajada de México en Quito.
Se conocía de “un riesgo real de fuga inminente del ciudadano requerido por la Justicia”, por lo que la fuerza de seguridad ecuatoriana ha actuado para cumplir con una orden judicial de captura de Glas en un caso de malversación, agregó la canciller en su comparecencia que no aceptó preguntas de la prensa.
Enfatizó que “ningún delincuente puede ser considerado perseguido político” y recordó que sobre Glas pesaban además dos condenas en firme por otros casos de corrupción.
El Gobierno de Ecuador “agotó el diálogo diplomático con México, respecto” al exvicepresidente Glas, quien por su parte ha negado los cargos y ha advertido de que es víctima de una presunta persecución política y judicial por ser correísta, en relación a que fue vicepresidente en el Gobierno del mandatario progresista Rafael Correa (2007-2017).
Recordó que Glas se encontraba como huésped en la Embajada diplomática de México en Quito desde el pasado 17 de diciembre, justo cuando la Fiscalía había emitido una orden de localización y captura por un caso de malversación de fondos públicos en el proceso de reconstrucción de la provincia costera de Manabí, asolada por un potente terremoto en abril de 2016.
Asimismo, recordó que sobre el exvicepresidente pesaban dos condenas en firme por los delitos de asociación ilícita (relacionada con la trama de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht) y de cohecho (por la financiación ilegal de su movimiento político).
Según Sommerfeld, la Embajada de México en Quito, al haberlo recibido como huésped, “contribuyó” a que Glas incumpliera la orden de presentarse cada semana ante un tribunal, lo que, según ella, contravenía claramente el principio de no intervención en los asuntos internos de otros Estados.
Asimismo, dijo que en varias ocasiones el Gobierno de Ecuador comunicó a la Embajada mexicana su rechazo a que se concediera el derecho de asilo diplomático a Glas, ya que se trataba de una persona juzgada por delitos comunes en tribunales ordinarios.
Incluso recordó que el pasado 29 de febrero la Cancillería ecuatoriana había solicitado a la Embajada mexicana que le diera permiso para que la fuerza pública pudiera entrar en su sede para cumplir con la orden de arresto de Glas, petición que fue negada.