Hambre, muerte y miseria en Yemen

La inseguridad alimentaria en ese país sumido en la guerra sigue agravándose, según la ONU

Naciones Unidas.- La crisis humanitaria en Yemen sigue empeorando, con 20 millones de personas que pasan hambre y con un cuarto de millón en una situación extremadamente grave que equivale a la hambruna, alertó el jefe humanitario de la Organización de las Naciones Unidas, Mark Lowcock.

Lowcock, tras una visita reciente al país, explicó en una conferencia de prensa que se ha visto un “deterioro dramático” y “alarmante” de la situación con respecto al pasado año.

Según los últimos datos de las Naciones Unidas, unos 20 millones de personas, alrededor del 70 % de la población total, sufren inseguridad alimentaria, un aumento del 15 % con respecto al año anterior.

El mayor problema, aseguró Lowcock, es que muchas de esas personas han pasado a una categoría más grave, con carencias mucho más importantes.

Las Naciones Unidas, que identifica la inseguridad alimentaria en una escala de 1 a 5, calcula que hay unas 250.000 personas en la situación más grave, que equivale a la hambruna.

Según dijo Lowcock, es la primera vez que se identifica a personas en esa categoría desde que comenzó el conflicto en Yemen.

Fuera de Yemen, sólo en Sudán del Sur hay personas en ese nivel 5, unas 25.000, diez veces menos que en el caso de Yemen, destacó.

Las Naciones Unidas confían en que las negociaciones de paz que el Gobierno yemení y los rebeldes hutíes mantienen actualmente en Suecia ofrezcan al menos “los primeros pasos para poner la situación bajo control”, según Mark Lowcock.

Entre otras cosas, Naciones Unidas quiere un arreglo que garantice que el puerto de Al Hudeida, clave para la entrada de ayuda humanitaria, se mantenga totalmente abierto.

Con combates en la zona, la organización se ha ofrecido para gestionar de algún modo la instalación e impedir su cierre, aunque Lowcock no quiso dar detalles del plan propuesto a las partes.

Yemen vive, según la ONU, la mayor crisis humanitaria del mundo, como consecuencia del conflicto que comenzó a finales de 2014, cuando los hutíes se hicieron con el control de la capital y de otras zonas del país.

La guerra se intensificó en marzo de 2015 con la intervención de la coalición árabe liderada por Arabia Saudí, a la que suministran armas EU y otros países.