AUGUSTA, Georgia, EE.UU. (AP) — La vicepresidenta estadounidense Kamala Harris entregó alimentos, abrazó a una familia conmocionada y recorrió el "extraordinario" sendero de devastación que dejó el huracán Helene por Georgia el miércoles, haciendo una pausa en su campaña con el fin de prometer el envío de ayuda federal y ver por sí misma las escenas de árboles caídos, viviendas dañadas y vidas trastocadas.
La candidata presidencial demócrata visitó la ciudad de Augusta, donde el cableado eléctrico se extendía por las aceras y postes de luz yacían rotos. Harris habló desde un estrado colocado frente a una residencia en la que un árbol había caído sobre el techo. Rindió homenaje a las personas que murieron durante la tormenta, al tiempo que intentó proyectar un tono de unidad y esperanza para las comunidades que ahora se enfrentan a una larga y costosa reconstrucción.
Harris y el presidente Joe Biden, que visitó las Carolinas el miércoles, también intentaban demostrar un mayor compromiso y competencia a la hora de ayudar a las comunidades devastadas tras las falsas afirmaciones del expresidente Donald Trump sobre la respuesta del gobierno federal.
Harris dijo que quería "ver personalmente la devastación, la cual es extraordinaria". Expresó su admiración ante la manera en que las "personas se han unido. La gente está ayudando a perfectos desconocidos".
La vicepresidenta señaló que esta es una muestra de que "la gran mayoría de nosotros tenemos mucho más en común de lo que nos separa", una frase similar a sus declaraciones habituales en sus actos de campaña.
Antes de su discurso, a Harris se le vio abrazar y reunirse con los cinco miembros de una familia afectada por el paso de la tormenta.
"Estamos aquí a largo plazo", subrayó.
Recorrió también un centro de ayuda de la Cruz Roja y recibió un informe de las autoridades locales, elogiando a los trabajadores que hacen lo posible por "atender las necesidades de las personas que deben ser vistas y que deben ser escuchadas".
"Ahora los escucho", añadió.
Brittany Smith, residente de Augusta, salió del centro de distribución con cajas de alimentos y algunos vasos con fruta, emocionada por haberse tomado una fotografía con la vicepresidenta. Dijo que su tejado tiene un agujero y que tuvo que enviar a sus hijos a vivir a otro lado porque su casa no era segura.
La visita de Harris, aseguró, "mejoró las cosas" a pesar de las adversidades.
Smith dijo que se sintió alentada ante el hecho de que Harris viajó a la comunidad en lugar de aparecer sólo por televisión. "Es una persona. No es sólo una voz", señaló.
Unos 320 kilómetros (200 millas) al norte, en las Carolinas, Biden también también hizo un recorrido por algunas de las zonas más devastadas por la tormenta. Debido a que la mayoría de los caminos de la zona quedaron destruidos, el presidente vio desde el aire árboles caídos, metales retorcidos e imponentes pilas de escombros en el centro de la localidad turística de Asheville.
Desde el helicóptero presidencial el mandatario pudo ver caminos inundados, montones de madera destrozada y sacos de arena desplazados, camiones de emergencia y cables eléctricos derribados. En una zona las casas seguían parcialmente sumergidas, y era difícil distinguir entre el lago y la tierra.
Las visitas a las zonas de desastre son algo con lo que Biden está familiarizado, pues a menudo ha tenido que inspeccionar los daños y consolar a las víctimas de tornados, incendios forestales y tormentas tropicales. Pero esta fue la primera visita para Harris a una zona de catástrofe en su cargo de vicepresidenta.
Debido a la magnitud de la devastación en la zona que Biden visitó el miércoles, el mandatario no pudo caminar por el área y consolar personalmente a los residentes, como lo hizo Harris en Georgia.
Biden vistió chaleco y botas. Antes de su recorrido aéreo, abrazó y tomó la mano de la alcaldesa de Asheville, Esther Manheimer, quien lo recibió en el aeropuerto de Greenville, Carolina del Sur. Visiblemente emocionada, Manheimer señaló que no podían cerrar la única carretera que funciona en la zona para que pasara la comitiva de Biden.
Biden volverá a la región el jueves para visitar Florida y Georgia, y Harris planeaba su propio viaje a Carolina del Norte en los próximos días, en un momento en que los estragos causados por Helene siguen siendo una prueba política y humanitaria para el gobierno federal.