La tormenta tropical Ernesto se alejó de las Bermudas el domingo y se dirigía hacia el noreste del Atlántico, pero aun así causaba fuertes oleajes en la costa este de Estados Unidos, generando corrientes de resaca asociadas con al menos una muerte y provocando muchos rescates.
El Servicio Meteorológico Nacional publicó un aviso de inundaciones costeras y advirtió sobre un alto riesgo de corrientes de resaca a lo largo de la costa atlántica hasta el lunes por la noche, añadiendo que "pueden arrastrar incluso a los mejores nadadores lejos de la costa hacia aguas más profundas".
Una advertencia se extendía desde Florida hasta el área de Boston y partes de Maine.
En períodos de alto riesgo, las corrientes de resaca se vuelven más probables y potencialmente más frecuentes, lo que representa un peligro para todos los niveles de nadadores, no sólo para los inexpertos, subrayó el meteorólogo Mike Lee en Mount Holly, Nueva Jersey.
"Hoy va a ser muy peligroso estar en el agua", afirmó.
En Manasquan Inlet, en Nueva Jersey, las autoridades informaron que un pescador fue arrastrado desde el embarcadero norte el sábado, pero fue rescatado rápidamente por socorristas. El hombre sufrió lesiones en la rodilla y la espalda y una posible conmoción cerebral y fue trasladado a un hospital, detalló el jefe de salvavidas Doug Anderson a NJ Advance Media, y los salvavidas rescataron al menos a otras cinco personas.
En Ventnor, al sur, la teniente mayor Meghan Holland dijo que ocho personas fueron rescatadas.
Los meteorólogos, citando la gestión de emergencias local, indicó que un hombre de 41 años se ahogó el sábado en una corriente de resaca en Surf City, Carolina del Norte.
Dos hombres murieron ahogados el viernes en incidentes separados en el poblado de Hilton Head Island, Carolina del Sur, pero aún no queda claro si estuvieron involucradas corrientes de resaca, publicó el diario The Island Packet de Hilton Head, citando a un portavoz de los servicios de salvavidas. El fuerte oleaje contribuyó a que una casa de playa desocupada a lo largo de la costa nacional de Cabo Hatteras, a lo largo de la cadena de islas Outer Banks de Carolina del Norte, colapsara en las aguas del océano el viernes por la noche.