Madrid, 9 jul (EFE).- Las presidentas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y de la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, Nancy Hernández y Imani Daud Aboud, y la expresidenta del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Siofra O'Leary, señalaron este martes la falta de presupuesto y de paridad como dos de los mayores desafíos para estas instancias.
En un encuentro celebrado en Madrid, las juristas analizaron la situación actual de estos tribunales y coincidieron en que las "reticencias" a acatar sus órdenes por parte de los Estados miembro y la falta de credibilidad en parte de la sociedad son otros de los grandes problemas que afrontan.
El diálogo fue conducido por Rosario García Mahamut, directora del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales de España, quien adelantó que los tres tribunales "más allá de la distancia geográfica, jurídica o sociológica que separan a las tres jurisdicciones", se enfrentan a "desafíos absolutamente comunes".
Para Hernández, una de las cuestiones más importantes que abordar es "la subrepresentación femenina" en estas cortes.
"En la Corte Interamericana, que este año cumple 45 años, solo hemos tenido siete juezas y tres presidentas. Es un tema de raíces más profundas, un tema que toca el corazón de la justicia porque buena parte de la legitimidad está determinada por coherencia y cuando hablamos de paridad, hablamos de coherencia entre lo que se dice y lo que se hace", apuntó.
Hernández consideró que la región tiene un "problema de retroceso de democracia" y que "cuantos menos países sean democracias" efectivas en América "más se debilita" la defensa de los derechos humanos.
"Nuestro tribunal opera en una región llena de contrastes, con países que han descuidado su compromiso con la democracia y el respeto a los derechos humanos y otros que se disfrazan de democracia pero van desmantelándola", añadió, aunque "afortunadamente hay mayoritariamente países comprometidos en respetar los derechos humanos".
Asimismo, lamentó "la falta de recursos para operar": "Tenemos una estructura financiera deficiente, ni siquiera es un tribunal de tiempo completo".
Un problema en el que coincidió la presidenta de la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos: "Ha sido el mayor reto que hemos vivido, es nuestra principal preocupación".
La "otra amenaza existencial", asumió, es que "hay mucha reticencia de parte de algunos Estados" a acatar las decisiones del tribunal porque "afirman que invaden su soberanía".
"¿Pero nos planteamos que tipo de invasión hacemos? porque no es una corte de apelación, tiene un mandato específico establecido por los Estados miembro para tratar casos de vulneración de derechos humanos", aseveró sobre el tribunal del que "se han retirado cuatro países", algo que "no es una buena señal" sino "una amenaza fundamental".
Por último, la expresidenta del Tribunal de Derechos Humanos defendió la figura de estas instancias supranacionales porque, según manifestó, "defienden la independencia judicial" de los Estados y el Estado de Derecho.
A su juicio, la sentencias de este tribunal "ha dado empujones a los sistemas judiciales nacionales en defensa de los derechos" y su jurisprudencia ha dado a su vez "empujoncitos para rectificar puntos ciegos" en la aplicación de la legislación.
También para O'Leary, la "falta de presupuesto adecuado, la resistencia política y la no aplicación de las sentencias" forman parte de los mayores retos de estos tribunales y lamentó que haya un "nuevo desprecio" al europeo "que tiene más de 70 años" y contra el que ahora se están usando "etiquetas baratas como que es un tribunal extranjero" para deslegitimar sus decisiones porque "no agradan a parte de la prensa o de la sociedad o a un Gobierno".