WASHINGTON (AP) — La policía de una pequeña ciudad de mayoría negra en Mississippi discrimina contra los negros, usa fuerza excesiva y toma represalias contra sus detractores, concluyó el jueves el Departamento de Justicia en un mordaz informe que detalla los resultados de una investigación sobre abusos de los derechos civiles.
El Departamento de Policía de Lexington "ha creado un sistema donde los agentes pueden violar la ley implacablemente" en uno de los condados más pobres de Estados Unidos, según el Departamento de Justicia. Los investigadores descubrieron que la policía también acosaba sexualmente a mujeres y mantenía tras las rejas por delitos menores a personas que no tienen para pagar multas.
"Los hallazgos de hoy muestran que el Departamento de Policía de Lexington abandonó su sagrada posición de confianza en la comunidad al violar rutinariamente los derechos constitucionales de aquellos a quienes juró proteger", dijo el secretario de Justicia Merrick Garland en un comunicado enviado por correo electrónico.
Un miembro del personal del Departamento de Policía de Lexington que respondió a una llamada telefónica en busca de comentarios dijo que el jefe policial Charles Henderson no estaba disponible de momento para una entrevista.
El Departamento de Justicia descubrió que la policía arrestaba rutinariamente a personas por violaciones de bajo nivel y luego las dejaba languidecer tras las rejas hasta que pudieran reunir el dinero para pagar una multa.
Un hombre fue encarcelado durante cuatro días porque rellenó una taza de café en una gasolinera pagando sólo una taza. Otra mujer fue detenida y encadenada a un banco de una comisaría por aparcar en un espacio reservado para personas con discapacidad, según el informe. Otro agente le dijo a una mujer negra de 60 años que tenía que pagar una antigua multa de 90 dólares para evitar ser enviada a la cárcel.
"Será mejor que encuentres algo de dinero o irás a la cárcel", le dijo el policía a la mujer, según el informe.
Los residentes de Lexington deben a la policía 1,7 millones de dólares en multas pendientes, y el tribunal de la ciudad ha emitido órdenes de arresto buscando la detención de más de 650 personas —aproximadamente la mitad de los habitantes de la ciudad— debido a multas impagas, dijo a los periodistas la subsecretaria de Justicia, Kristen Clarke.
"En Estados Unidos, ser pobre no es un delito. Pero en Lexington, sus prácticas castigan a la gente por la pobreza", señaló Clarke.
Los investigadores también descubrieron que los agentes utilizaban pistolas aturdidoras como "picana eléctrica para el ganado" para castigar a las personas y golpearlas o patearlas cuando estaban desarmadas y esposadas. En un caso, un policía pateó a un hombre negro desarmado con tanta fuerza que éste se orinó, según el informe. El agente le dijo al despachador: "Me importaban un demonio sus derechos civiles", de acuerdo con el informe.