Informe final de acusaciones por asesinato del presidente haitiano

Graves cargos contra Léon Charles en caso del presidente haitiano

PUERTO PRÍNCIPE, Haití (AP) — Un juez que investiga el asesinato del presidente Jovenel Moïse perpetrado en julio de 2021 emitió un informe final el lunes en el que acusa formalmente a su viuda Martine Moïse, al ex primer ministro Claude Joseph y al exdirector de la Policía Nacional de Haití, Léon Charles, entre otros.

Se prevé que las acusaciones del juez desestabilicen todavía más a un país que ya enfrenta enormes dificultades debido a un repunte en la violencia de pandillas y que vivió recientemente una serie de protestas en las que se exigía la renuncia del primer ministro Ariel Henry.

Casi 50 sospechosos fueron encausados en el informe de 122 páginas dado a conocer el lunes.

Charles, quien ahora es el representante permanente de Haití ante la Organización de Estados Americanos, enfrenta los cargos más graves: homicidio; intento de homicidio; posesión y portación ilegal de armas; conspiración contra la seguridad interna del Estado, y asociación delictuosa.

Por su parte, Martine Moïse y Joseph están acusados de complicidad y asociación delictuosa.

Por el momento no fue posible contactar a Charles para que hiciera comentarios. Ni Joseph ni el portavoz del abogado de Martine Moïse respondieron a solicitudes de comentarios.

Otras personas que enfrentan cargos, incluido el de asesinato, son: Christian Emmanuel Sanon, un pastor de nacionalidades haitiana y estadounidense que se consideraba a sí mismo como el próximo presidente de Haití y que dijo que pensaba que Moïse sólo sería detenido; Joseph Vincent, un ciudadano de nacionalidades haitiana y estadounidense y exinformante de la DEA; Dimitri Hérard, jefe de seguridad presidencial; John Jöel Joseph, un exsenador haitiano; y Windelle Coq, una senadora haitiana que, de acuerdo con las autoridades, se encuentra prófuga.

Sanon, Vincent y Joseph fueron extraditados a Estados Unidos, en donde un total de 11 sospechosos enfrentan cargos federales relacionados con el asesinato del presidente haitiano.

En tanto, más de 40 sospechosos siguen presos en Haití a la espera de juicio, aunque de momento no está claro qué tan pronto se realizará uno después de los hallazgos del juez dados a conocer el lunes.

"Pudimos descubrir a profundidad el grado de participación y el papel de cada uno de los grupos de delincuentes que se unieron bajo la influencia de planes maquiavélicos elaborados entre autores, coautores, cómplices y matones con el fin de asesinar al presidente Jovenel Moïse", indica el reporte.

Fiscales estadounidenses han dicho que se trató de un complot orquestado en Haití y en Florida para contratar mercenarios con el fin de secuestrar o matar a Moïse, quien tenía 53 años cuando fue asesinado en su vivienda privada cerca de la capital Puerto Príncipe.

El ataque comenzó la noche del 6 de julio y finalizó a primeras horas del día siguiente, según testigos.

Martine Moïse y otras personas que fueron interrogadas señalaron que escucharon una gran cantidad de disparos que comenzaron alrededor de la 1 de la mañana y se prolongaron durante 30 o 45 minutos hasta que los hombres armados irrumpieron en la habitación de la pareja presidencial.

Moïse dijo que estaba tendida sobre el suelo cuando escuchó que los atacantes gritaron: "¡Esa no es! ¡Esa no es! ¡Esa no es!".

Afirmó que los sospechosos realizaron una videollamada para identificar el lugar preciso de lo que buscaban mientras mataban al presidente. Añadió que se encontraba recostada boca abajo cuando los sospechosos le inclinaron la cabeza y le jalaron uno de los dedos del pie "para asegurarse de que no estaba viva".

Una vez que se fueron, Moïse dijo que se arrastró sobre el suelo y le susurró a su esposo que trataría de llegar al hospital.

"Fue entonces que se dio cuenta de que el presidente estaba muerto y que su ojo izquierdo estaba fuera de la cavidad ocular", de acuerdo con el informe.

Moïse dijo que un grupo de entre 30 y 50 policías debía resguardar la residencia presidencial, pero el juez destacó que esa noche sólo había unos cuantos. Un agente dijo al juez que escuchó detonaciones y una voz por un megáfono que decía: "¡No disparen! ¡Es una operación de la DEA! ¡Ejército de Estados Unidos! Sabemos cuántos agentes hay dentro. Salgan con las dos manos abajo".

Otro de los policías dijo que el jefe de seguridad de la primera dama la encontró en "estado crítico" y acompañada de sus dos hijos. También declaró que vio a un número no determinado de personas que salían de la residencia presidencial "con maletines y varios sobres en su poder".

El inspector general André Vladimir Paraison dijo que el mandatario lo llamó a la 1:46 de la mañana y le dijo: "¡Paraison! ¡Hombre, apúrate! ¡Estoy en problemas! Ven rápido y sálvame la vida". Añadió que se encontró con hombres fuertemente armados y no pudo ingresar de inmediato a la residencia.

El informe del juez destacó que algunos de los policías en el lugar fueron desarmados y esposados, mientras que otros "tuvieron tiempo de arrojarse por un barranco" en busca de seguridad.

También resaltó que "ninguno de los policías que brindaban seguridad al jefe de Estado estuvo en peligro. Desafortunadamente, el jefe de Estado fue asesinado con facilidad".