WASHINGTON (AP) — El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos informó el martes que envió a 116 inmigrantes chinos de regreso a su país en el primer "vuelo chárter de gran magnitud" en cinco años.
El vuelo, que se realizó el fin de semana, se produjo en un momento en el que la inmigración china es objeto de un intenso debate político en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos.
"Seguiremos implementando nuestras leyes de inmigración y expulsaremos a las personas que no tengan una base legal para permanecer en Estados Unidos", dijo en un comunicado el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
El departamento dijo que trabajaba con China para "reducir y disuadir la migración irregular e impedir el tráfico ilícito de personas mediante esfuerzos más amplios de aplicación de la ley". La agencia no indicó cuánto tiempo habían permanecido los migrantes en Estados Unidos.
En los últimos años, Estados Unidos ha tenido dificultades para devolver a su país a los ciudadanos chinos que no tienen derecho a permanecer en el territorio estadounidense porque China se ha resistido a recibirlos. El año pasado, se produjo un drástico aumento en el número de inmigrantes chinos que entran a Estados Unidos sin autorización, procedentes de México.
En 2023, las autoridades fronterizas estadounidenses arrestaron a más de 37.000 ciudadanos chinos en la frontera sur, una cifra 10 veces más alta que el año anterior.
La migración china se ha convertido cada vez más en un grito de guerra de los republicanos y del expresidente Donald Trump, quienes han manifestado sospechas sobre las razones por las que los migrantes chinos viajan a Estados Unidos
A las organizaciones asiáticas de defensa de los derechos humanos les preocupa que esa retórica pueda fomentar el acoso a los asiáticos, mientras que los migrantes mismos han dicho que viajan a Estados Unidos para escapar de la pobreza y la represión.
A principios de este año, Estados Unidos y China reanudaron su cooperación en temas migratorios.