La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) enviará un equipo de expertos a Sri Lanka para ayudar a las autoridades a investigar los atentados del domingo contra iglesias, hoteles y zonas residenciales, que dejaron al menos 290 muertos y alrededor de 500 heridos.
El grupo de Interpol que se llegará a Sri Lanka lo integran especialistas en análisis sobre la escena del crimen, en el manejo de explosivos, en la lucha contra el terrorismo y en la identificación de las víctimas, informó en un comunicado la Interpol, cuya sede está en Lyon (Francia).
El equipo de expertos, que estará a Sri Lanka por petición de las autoridades, también podrá prestar ayuda en el peritaje digital, la biometría y el análisis de fotos y videos.
El envío de especialistas de la Interpol fue anunciado después de conocerse que el presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, solicitaría ayuda internacional para investigar los vínculos extranjeros con la serie de atentados, atribuidos por el gobierno a milicianos islamistas locales con la ayuda de una “red internacional”.
Además de la Interpol, Estados Unidos ofreció apoyo a Sri Lanka para llevar ante la justicia a los responsables de las explosiones simultáneas en tres iglesias, tres hoteles de lujo, un barrio residencial y las inmediaciones de un zoológico.
El presidente estadunidense, Donald Trump, habló por teléfono este lunes con el primer ministro de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, para expresarle sus condolencias por los atentados y ofrecer ayuda en la investigación, según la Casa Blanca.
Durante su conversación, Trump y Wickremesinghe reafirmaron su compromiso con la lucha contra el terrorismo internacional.
El gobierno de Sri Lanka ha decretado el estado de emergencia en el país, después de haber atribuido a un grupo islamista local, el National Thowheet Jama'ath (NTJ), la ola de atentados de la víspera, cuyo balance se eleva a 290 muertos, entre ellos 35 extranjeros.
Los ataques se registraron en tres iglesias en las ciudades de Batticaloa, Negombo y Colombo, así como en los hoteles capitalinos El Shangri-La, Kingsbury y Cinnamon Grand, en el peor episodio de violencia en el país asiático desde el final de su guerra civil hace una década.