TEHERÁN, Irán (EFE).- El Ministerio iraní de Exteriores puso en duda este lunes el momento del ataque con cohetes de ayer contra la embajada de Estados Unidos en Bagdad y las inmediatas afirmaciones de EE.UU. respecto a ello.
El portavoz del Ministerio iraní de exteriores, Saíd Jatibzadeh dijo que "realmente el tipo de ese ataque y su momento y la declaración emitida por el Secretario de Estado de EE.UU. muestran que es sospechoso", informó la agencia local iraní de noticias ISNA.
La Zona Verde de Bagdad fue atacada ayer con ocho cohetes de tipo Katyusha causando heridas a un soldado iraquí y daños en la embajada estadounidense que, según la legación diplomática, fueron de poca consideración.
Tras el lanzamiento del cohete, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, acusó a Irán de estar detrás del ataque mediante un comunicado publicado en el servicio de prensa del Departamento de Estado de Estados Unidos y también en un tuit posterior.
"Las milicias respaldadas por Irán una vez más atacaron flagrantemente e imprudentemente en Bagdad, hiriendo a civiles iraquíes", afirmó Pompeo en un tuit y agregó que "la gente de Irak merece que estos atacantes sean procesados. Estos criminales violentos y corruptos deben poner fin a sus acciones desestabilizadoras".
Jatibzadeh condenó las declaraciones de Pompeo y dijo que "esas declaraciones parecen haber sido preparadas con anticipación; Creo que el gobierno iraquí definitivamente encontrará a los culpables en base a sus deberes y advierto a Estados Unidos que no busque agravar la situación en estos días".
Este es el primer ataque de este tipo en casi un mes contra esa zona fortificada del centro de Bagdad, blanco habitual del lanzamiento de cohetes por grupos que se oponen a la presencia de Estados Unidos en Irak, y uno de los más virulentos por el número de proyectiles lanzados.
Los ataques contra la Zona Verde y otros objetivos extranjeros aumentaron después de que Estados Unidos asesinara el 3 de enero de este año en un bombardeo selectivo a Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución de Irán.
Una semana después del asesinato de Soleimaní, la Guardia Revolucionaria en represalia atacó con misiles una base militar en Irak con presencia de tropas estadounidenses, las autoridades persas han advertido de que ese fue solo el inicio de su venganza y han repetido en varias ocasiones a EE.UU. que abandone la región.
El líder supremo iraní, Ali Jameneí, reiteró el pasado miércoles en una reunión con los responsables de la ceremonia del aniversario de Soleimaní, que EE.UU. debe abandonar la región y que este objetivo se logra con el esfuerzo de las naciones y las políticas de la resistencia.