Tel Aviv, Israel.- Israel atacó objetivos militares en Irán en respuesta a la andanada de misiles balísticos disparados por la República Islámica sobre Israel a principio de mes. Es la primera vez que el ejército israelí ataca abiertamente a Irán.
Tras los ataques, el Ministerio de Exteriores iraní indicó que tenía derecho a la autodefensa y que “se considera con el derecho y la obligación de defenderse contra actos de agresión extranjeros”. El ministro de exteriores, Abbas Araghchi dijo que Irán “no tiene límites” para defender sus intereses.
Sin embargo, más tarde el sábado, el ejército iraní emitió un comunicado cuidadosamente redactado donde indica que cualquier cese al fuego en las ofensivas terrestres de Israel en la Franja de Gaza y Líbano prevalecería sobre cualquier ataque en represalia.
El ejército israelí explicó que atacó instalaciones utilizadas por Irán para fabricar los misiles disparados en su contra, así como sitios de misiles tierra-aire. Por el momento se desconocía si se habían alcanzado instalaciones petrolíferas o de misiles, lo que podría suponer una escalada más grave.
IRNA, la agencia noticiosa estatal de Irán, Informó que cuatro personas murieron, todas ellas, elementos de la defensa militar aérea del país. No indicó dónde estaban apostadas. El ejército iraní dijo que los ataques tuvieron como objetivo bases en las provincias de Ilam, Jusestán y Teherán, sin dar más detalles. La República Islámica dijo que los ataques provocaron “daños limitados”.
El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, criticó la decisión de evitar que el operativo alcanzase “objetivos económicos y estratégicos”. “Podríamos y deberíamos haber cobrado un precio mucho más alto a Irán”, escribió Lapid en una publicación en la red social X.
Estados Unidos advirtió en contra de futuras represalias, mientras que Reino Unido y Alemania dijeron que Irán no debía responder. “Todo acto de escalada es condenable y debe parar”, dijo el vocero del Secretario General de la ONU.
Arabia Saudí fue uno de los múltiples países de la región que condenó la operación, calificándola de “violación de la soberanía (iraní) y una violación del derecho y las normas internacionales”.
Hezbollah y Hamás condenaron el ataque israelí, y el primero señaló que no afectaría el apoyo de Teherán a los libaneses y palestinos que combaten a Israel.