El Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha aceptado "en principio" la propuesta estadounidense para un alto el fuego en Líbano, que supone la retirada total de sus tropas del país vecino en 60 días, mientras no da tregua en la Franja de Gaza, donde mantiene una dura ofensiva en el norte con más de 2.300 muertos en 50 días de asedio.
"Está previsto que el Gabinete de Seguridad se reúna mañana para discutir y aprobar el acuerdo", confirmó a EFE una fuente próxima a las negociaciones, que subrayó que el pacto es "inminente".
El Gabinete de Seguridad, que aglutina a los principales ministros y a la cúpula de seguridad e inteligencia de Israel, se reunirá mañana, martes, en Tel Aviv a las 17.00, hora local (15.00 GMT), un encuentro que se puede prolongar hasta horas de la noche, para dar el visto bueno a la propuesta planteada por el mediador de EEUU, Amos Hochstein, que visitó tanto Líbano como Israel la semana pasada.
La Casa Blanca optó por la cautela y su portavoz, John Kirby, subrayó que "las conversaciones fueron constructivas y van en una dirección muy positiva".
La propuesta incluye tres etapas: una tregua seguida del repliegue de las fuerzas del grupo chií libanés Hizbulá al norte del río Litani; una retirada total de las tropas israelíes del sur de Líbano en un plazo de 60 días, y por último, negociaciones entre Israel y Líbano sobre la demarcación de su frontera, que en la actualidad es una linde fijada por la ONU tras la guerra de 2006.
Netanyahu mantuvo anoche una reunión con algunos ministros y funcionarios de seguridad para abordar la propuesta del enviado estadounidense, en la que se acordó aceptarla "en principio" con "algunas reservas".
Esas reservas se centran en su exigencia de mantener "libertad de acción" para emprender acciones militares dentro del Líbano si Hizbulá rompe los términos del alto el fuego y no actúan las tropas libanesas -que deben tomar el control de la frontera-, algo que el lado israelí ve fundamental para garantizar el regreso seguro de los 60.000 residentes del norte de Israel que siguen evacuados desde hace más de un año.
Sin embargo, la cuestión puede resolverse con una formulación "más vaga" en el documento, precisó a EFE una fuente oficial israelí.
Control internacional
El acuerdo también contempla la creación de un organismo internacional, encabezado por Estados Unidos, para supervisar el cumplimiento del alto el fuego, en el que también estarán implicados otros cuatro países, Reino Unido, Alemania, Francia, y previsiblemente un quinto país árabe.
La inclusión de Francia, potencia occidental con fuerte influencia en Líbano, ha sido uno de los elementos que ha contribuido a desbloquear el acuerdo tras semanas de tensión diplomática entre París e Israel, después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, sugiriera en octubre un embargo de armas a Israel para forzarle a una tregua en Gaza y Líbano.
Antes del encuentro del Gabinete de Seguridad, Netanyahu tiene prevista una reunión mañana con sus socios de coalición, donde figuran los partidos ultranacionalistas Sionismo Religioso y Poder Judío, contrarios a la tregua tanto en Líbano como en Gaza.
El ministro de Seguridad Nacional, el extremista Itamar Ben Gvir, insistió en que Israel debe lograr la "victoria absoluta" y pidió a Netanyahu que detenga el acuerdo, postura similar a la que lleva un año planteando sobre Gaza.
"El acuerdo no vale ni el papel en el que está escrito", indicó el ministro de Finanzas, el también ultraderechista Bezalel Smotrich.
Los familiares de los rehenes de Hamás en Gaza urgieron a que el acuerdo en el norte se extienda a Gaza: "Un acuerdo sin el regreso de los rehenes significaría renunciar a una baza fundamental para asegurar su libertad".
"¿Cómo es posible un acuerdo con un grupo que ayer nos disparó 300 proyectiles, pero no podemos alcanzar un acuerdo similar en el sur? En Gaza tenemos un centenar de rehenes", afirmó el líder del partido de izquierda Los Demócratas, Yair Golan, que fue subjefe del Estado Mayor del Ejército de Israel durante la anterior guerra de Líbano en 2006.
Golan acusó a Netanyahu de ser un "líder débil" bajo presión de sus socios "nacionalistas extremistas" que están bloqueando un acuerdo para volver a ocupar Gaza.
Israel mantiene su dura ofensiva en toda la Franja, con ataques que han causado más de 140 muertos desde el fin de semana, y que se siguen cebando con el norte, que soporta un asedio de más de 50 días con más de 2.300 muertos, y sus infraestructuras arrasadas.
Grupos de derechos humanos ven ahí un intento de "limpiar" el norte y forzar el desplazamiento de población civil para prepararse para ocupar esa zona, como piden abiertamente los partidos ultraderechistas del gobierno. Y una tregua en Líbano puede ser la "concesión" de Netanyahu para mantener sus tropas en la Franja.