Las negociaciones para una posible liberación de rehenes se enfangan después de que Israel asegurara este lunes que no va a aceptar como moneda de cambio un fin de la guerra en Gaza, donde han resurgido los combates en la zona norte tras casi cuatro meses de ofensiva.
"Los informes sobre el acuerdo (de tregua) son incorrectos e incluyen condiciones que no son aceptables para Israel", alertó hoy el Gobierno israelí en un comunicado, en que reiteró la "victoria total" como su objetivo último.
"El camino hacia un acuerdo (todavía) es largo", aseguró hoy a EFE un oficial israelí, que insistió "se está y se seguirá haciendo todo lo posible para la liberación de los rehenes", quienes ya llevan en manos de Hamás un total de 115 días de guerra.
Los jefes de los servicios de inteligencia nacionales, la Mossad y el Shin Bet, reunieron ayer en París con mediadores de Catar, Egipto y Estados Unidos, ya advirtieron a sus interlocutores que Israel no iba a aceptar como una condición el fin del conflicto, según informó hoy en hebreo el periódico conservador de mayor circulación, el Israel Hayom.
En otros aspectos, Israel sí estaría dispuesto a ser más flexible, según el mismo diario, como en relación a la duración del alto al fuego, el número de intercambio de presos palestinos por rehenes, o el acceso a ayuda humanitaria a la Franja.
Hamás, por el contrario, pide un alto definitivo "a la agresión" israelí, y un repliegue de sus tropas fuera del enclave palestino, antes de devolver a los más de 100 cautivos que retiene desde el brutal ataqué del 7 de octubre.
Israel y Hamás alcanzaron un único acuerdo de tregua por una semana, entre el 24 y el 30 de noviembre, que frenó los combates y permitió el canje de 105 rehenes, incluidos extranjeros, por la excarcelación de 240 presos palestinos; algo que no se ha repetido desde entonces.
Lejos de un apaciguamiento de los combates, numerosos enfrentamientos se produjeron este lunes a lo largo de la Franja de Gaza, incluido en las afueras del barrio de Al Shati, en la zona norte de Gaza; área que se creía bajo control casi total del Ejército tras casi cuatro meses de ofensiva.
Según reportes de la Radio del Ejército, las tropas tienen previsto reforzar sus operaciones en el norte del enclave palestino en las próximas semanas, ante indicios de que Hamás está intentando restablecer su presencia militar allí.
El informe, que no revelaba la identidad de sus fuentes, asegura que el Ejército cree que unos 2.000 milicianos de Hamás siguen presentes en la zona, donde se estima que quedan también unos 100.000 civiles, después de que la población fuera masivamente desplazada al sur por el conflicto.
Según el Ejército, en la zona meridional de Jan Yunis, además de intensos combates fueron "asaltados cientos de infraestructuras terroristas", entre ellas, la oficina del líder del grupo islamista Hamás, Yahya Sinwar; además un edificio de inteligencia militar y una fábrica de producción de cohetes.
En las últimas 24 horas, al menos 215 gazatíes murieron y 300 resultaron heridos por bombardeos israelíes según los últimos datos del Ministerio de Sanidad del enclave, controlado por Hamás, lo que aumentó el número de víctimas totales a 26.637 fallecidos y 65.387 heridos.
"Israel está desafiando descaradamente el fallo y las órdenes provisionales de la (Corte Internacional de Justica) CIJ mientras continúa con sus actos e incitación genocidas", denunció hoy en un comunicado el Ministerio de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna partes del territorio ocupado de Cisjordania.
Hospitales como el de Nasser y Al Amal, en Jan Yunis, donde las fuerzas israelíes concentran su ofensiva, llevan ocho días bajo asedio, y hoy el segundo tuvo que paralizar por completo su ala de cirugía "debido al agotamiento de suministros de oxígeno", según informó la Media Luna Roja Palestina.
La autoridad palestina denunció hoy también la presencia de 12 ministros israelíes en una conferencia, alienada con el movimiento de ocupación colono y celebrada el domingo en Jerusalén, a favor de la reconstrucción de asentamientos judíos en una Gaza de posguerra.