Jerusalén.- El Parlamento israelí aprobó el lunes una ley que podría poner en riesgo las operaciones de la principal agencia de la ONU que brinda ayuda a la población de Gaza, al prohibirle operar en territorio israelí.
La medida le prohíbe a la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) realizar “cualquier actividad” o proporcionar cualquier servicio dentro de Israel.
La ley, que no entrará en vigor de inmediato, amenaza con colapsar el ya frágil proceso de distribución de ayuda en un momento en que la crisis humanitaria en Gaza empeora y Estados Unidos aumenta la presión sobre Israel para que incremente la distribución de asistencia.
Más tarde, el Parlamento también aprobó una segunda ley que pone fin a las relaciones diplomáticas con la UNRWA y le otorga la designación de organización terrorista.
Dicha ley prohíbe los vínculos entre funcionarios israelíes y la agencia, y despoja a su personal de la inmunidad jurídica.
Ambas leyes ponen en riesgo el flujo de ayuda humanitaria hacia Gaza en un momento en que Estados Unidos presiona a Israel para que permita la entrada de suministros más críticos.
Más de 1.9 millones de palestinos han sido desplazados de sus hogares y Gaza enfrenta una escasez generalizada de alimentos, agua y medicinas.
Israel ha alegado que algunos de los miles de miembros del personal de la UNRWA participaron en los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023 que desencadenaron la guerra en Gaza.
También ha aseverado que cientos de sus empleados tienen lazos con grupos milicianos y que ha encontrado activos militares de Hamás cerca o debajo de las instalaciones de la UNRWA.
La agencia niega que ayude conscientemente a grupos armados y afirma que actúa rápidamente para expulsar de sus filas a cualquier persona de la que se sospeche que sea combatiente.
Las leyes, que no incluyen disposiciones para que organizaciones alternativas supervisen su trabajo, han recibido fuertes críticas de grupos de ayuda internacional y de un puñado de aliados occidentales de Israel.
Una de las leyes prácticamente le prohibirá a la UNRWA operar en Israel y los territorios palestinos; la otra le impedirá operar en Jerusalén oriental.
La agencia brinda educación, atención médica y otros servicios básicos a millones de refugiados palestinos en toda la región, incluida la Cisjordania ocupada.