Italia también se suma a los seis países, lo que significa que algunos de los inmigrantes se quedarán en este territorio, dijo Conte tras reunirse con miembros del gobierno para dar solución a la situación del Sea Watch-3, luego que el ministro del Interior, Matteo Salvini, se negó a aceptarlos.
Los inmigrantes, entre ellos 13 menores de edad (ocho no acompañados), fueron rescatados el pasado 19 de enero por el Sea Wtach-3 de la Ong alemana, que navega con la bandera holandesa, en aguas del Mediterráneo y se encuentra frente a las costas de Sicilia.
Sea Watch pidió a Italia desembarcar a los inmigrantes en su territorio, pero el ministro del Interior se negó y afirmó que lo permitiría solo si serían trasladados enseguida a Holanda o Alemania, países a los cuales pidió asumir su responsabilidad.
Ante tal negativa, Sea Watch solicitó la víspera la intervención del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), el cual a última hora del martes demandó a Italia tomar “lo más pronto posible las medidas necesarias para prestar a los solicitantes toda la ayuda médica necesaria, abastecer con comida, agua (…) en el caso de necesidad”.
La solución que logró el primer ministro italiano al caso fue visto por algunos medios locales como un fracaso de la política “puertos cerrados” de Salvini, y para otros como un triunfo, ya que la mayoría de los inmigrantes desembarcarán solo para ser enviados a otros países.
Incluso Salvini señaló, según la prensa, que el objetivo de involucrar a otros europeos en la redistribución de inmigrantes se estaba logrando, gracias a que mantuvo en todo momento su política.