El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se disculpará formalmente este viernes por las atrocidades cometidas en cientos de internados del Gobierno para niños indígenas durante un período de 150 años, en los que fueron privados de su lengua y cultura en un esfuerzo por asimilarlos por la fuerza a la sociedad blanca.
El propio Biden adelantó este jueves, en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, que planea hacer dicha disculpa durante su visita a la comunidad india de Gila River, cerca de Phoenix (Arizona), en lo que supondrá su primera visita a una reserva de nativos americanos desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2021.
"Voy a hacer algo que debió haberse hecho hace mucho tiempo: pedir disculpas formalmente a las naciones indias por la manera en que tratamos a sus niños durante tantos años", afirmó Biden antes de emprender su viaje hacia Arizona, donde llegará esta noche.
Será la primera vez que un presidente de EE.UU. se disculpe por las atrocidades sufridas por decenas de miles de niños indígenas que fueron obligados a asistir a estos internados entre 1819 y 1969. En ese periodo, el Gobierno dio financiación a iglesias y grupos religiosos para que dirigieran 400 de esos internados en 37 estados del país.
En su viaje a Arizona, Biden estará acompañado por la secretaria del Interior, Deb Haaland, la primera nativa americana en formar parte del Gobierno de Estados Unidos, cuyos abuelos y uno de sus bisabuelos fueron obligados a asistir a estos internados.
Haaland, quien pertenece a la tribu Pueblo de Laguna (Nuevo México), lanzó una investigación hace tres años sobre los internados y, en julio de este año, publicó un informe que reveló que al menos 973 menores indígenas murieron por enfermedades o malnutrición en el sistema de internados del Gobierno estadounidense.
Como resultado de la investigación, se hallaron tumbas, algunas sin identificar, en 65 de los más de 400 internados, y el Departamento del Interior instó formalmente al Ejecutivo a disculparse por el trauma infligido a generaciones de niños indígenas.
La visita se produce en un momento en que Biden busca forjar su legado antes de dejar la Casa Blanca en enero de 2025 y a menos de dos semanas para las elecciones del 5 de noviembre.
Los votantes nativos americanos representan un pequeño porcentaje del electorado, pero sus votos podrían ser determinantes en algunos estados clave como Arizona, donde las encuestas predicen una carrera especialmente apretada entre la vicepresidenta demócrata Kamala Harris y el expresidente republicano Donald Trump.
El gesto de Biden también podría tener un impacto positivo para Harris en otros estados donde viven nativos americanos, como Carolina del Norte, Nevada y Míchigan, también claves para decidir al próximo inquilino de la Casa Blanca.