Legisladores republicanos de Kansas aprobaron en la madrugada del viernes un plan para poner fin a la atención de afirmación de género para menores transgénero, culminando una semana de intensos esfuerzos para revertir los derechos LGBTQ como ocurre en otros estados con legislaturas controladas por el Partido Republicano.
La Cámara de Representantes de Kansas aprobó por 70 votos frente a 52 un proyecto de ley que obliga a la junta médica estatal a revocar la licencia de los médicos que ofrezcan atención de afirmación de género a menores, aunque muchos profesionales que tratan con jóvenes trans consideran que esa atención es vital para proteger su salud mental y evitar suicidios. El Senado dio luz verde a la medida por 23 votos a favor y 12 en contra. La ley pasará ahora a la gobernadora, la demócrata Laura Kelly.
Se espera que Kelly vete la ley tras luego de que el mes pasado prometió a los jóvenes LGBTQ que protegería sus derechos y rechazaría cualquier medida "que pretenda perjudicarlos o discriminarlos". Los partidarios de la medida no alcanzaron la mayoría de dos tercios en ambas cámaras que habrían impedido el veto.
Los defensores de los derechos LGBTQ creen que existe una iniciativa a nivel nacional para eliminar a la gente transgénero, no binaria, de género no conforme o de genero fluido de la sociedad estadounidense, al menos legalmente.
Otros 13 estados han promulgado leyes contra la atención de afirmación de género a menores, aunque los jueces federales han bloqueado su aplicación en Alabama y Arkansas. En lo que va de año, legisladores republicanos han presentado varios centenares de propuestas en todo el país contra los derechos del colectivo LGBTQ.
Los partidarios de la prohibición en Kansas alegan que buscan proteger a los menores de una atención médica que tiene efectos secundarios y no se puede revertir y afirman que solo los adultos — y no el padre del niño — puede dar su consentimiento para someterse al tratamiento.
Los tratamientos señalados en el proyecto de ley incluyen fármacos bloqueadores de la pubertad y terapia hormonal. Aunque la iniciativa no impediría que los jóvenes trans reciban asesoramiento o terapia psiquiátrica, sí afecta a los actos realizados o "causantes" de actos "para afirmar la percepción del sexo del menor" si difiere del género asignado al nacer.
En Estados Unidos, los tratamientos médicos para niños y adolescentes transgénero están disponibles desde hace más de una década y cuentan con el respaldo de las principales asociaciones médicas.