WASHINGTON (AP) — El primer ministro británico recién elegido, Keir Starmer, se estrenó en el escenario internacional con una firme señal de apoyo a Ucrania en la cumbre de la OTAN en Washington.
Después de que él y otros gobernantes europeos se reunieron con legisladores estadounidenses, Starmer se sentó el miércoles con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy. Se abrazaron, sonrientes, antes de mantener conversaciones privadas. A continuación, Starmer reafirmó el apoyo incondicional del Reino Unido a Kiev en su lucha contra la invasión rusa.
Starmer dijo que él y su nuevo gobierno laborista "aprovecharían la oportunidad que se nos brinda aquí con nuestros aliados para asegurarnos de que (los miembros de la OTAN) estén de acuerdo en ese apoyo".
A su llegada a la cumbre, Starmer añadió que también era importante para él "reforzar, con el fin de que en cierto sentido sea un mensaje (al presidente ruso Vladimir) Putin, la determinación de la OTAN: más grande ahora que nunca, más unida que nunca y absolutamente clara en su postura ante la amenaza de la agresión rusa".
Starmer también tendrá una reunión bilateral con el presidente Joe Biden, en la que se prevé que ambos gobernantes reafirmen la "relación especial" entre Estados Unidos y el Reino Unido, que ha sido un sello distintivo de cooperación transatlántica durante más de un siglo.
En la ceremonia de llegada a la cumbre, Biden y Starmer se dieron un apretón de manos un poco más largo que el de Biden con otros líderes, aunque sus palabras no fueron audibles.
Starmer partió de Londres tras haber sido elegido en una aplastante victoria el 4 de julio. Dice que su mensaje al mundo desde el Reino Unido es "hemos regresado", tras años de disputas con sus vecinos europeos por el divorcio del gobierno británico de la Unión Europea y una desgastante saga política en casa.
El nuevo primer ministro le ha dado prioridad a la seguridad —tema que abarca la economía, la energía y la defensa— en la agenda política nacional. Quiere reconstruir los lazos con la Unión Europea tras el Brexit, incluso mediante la firma de un pacto de defensa y seguridad con el bloque de 27 naciones, y asegurarle a Ucrania que no habrá cambios en el apoyo británico que recibe.
Con este fin, Starmer ha prometido aumentar el gasto en defensa del Reino Unido de la cifra actual de 2,3% del producto interno bruto al 2,5%. Pero no ha fijado una fecha, a diferencia del anterior gobierno conservador, que se comprometió a llegar a esta meta para el 2030.