SEÚL (AP) — Corea del Sur convocó el viernes al embajador ruso para protestar por el nuevo acuerdo de defensa que Rusia firmó con Corea del Norte, en momentos en que las tensiones en la península coreana aumentan con amenazas vagas e incursiones breves, aparentemente accidentales, de tropas norcoreanas.
Horas antes, el viernes, la poderosa hermana del líder norcoreano Kim Jong Un emitió una vaga amenaza de represalia luego que activistas surcoreanos soltaron globos con panfletos propagandísticos contra Pyongyang hacia el otro lado de la frontera, y las fuerzas surcoreanas afirmaron que habían hecho disparos de advertencia el día anterior para repeler a soldados norcoreanos que por breve tiempo cruzaron la frontera, por tercera vez en lo que va de mes.
Ello ocurrió dos días después que Moscú y Pyongyang firmaran un acuerdo en que prometieron ayudarse mutuamente en caso de un ataque, y un día después que Seúl respondió señalando que considerará enviar armas a Ucrania para ayudarle a defenderse de la invasión rusa.
El viceministro de Relaciones Exteriores surcoreano, Kim Hong Kyun, convocó al embajador ruso Georgy Zinoviev para protestar contra el acuerdo entre el presidente ruso Vladímir Putin y Kim Jong Un, e instó a Moscú a detener de inmediato su presunta cooperación militar con Pyongyang.
Kim, el diplomático surcoreano, insistió en que cualquier cooperación que ayude directa o indirectamente a Corea del Norte a aumentar sus capacidades militares violará las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, además de plantear una amenaza a la seguridad de Corea del Sur, y advirtió de las consecuencias para las relaciones de Seúl con Moscú.
Zinoviev dijo a las autoridades surcoreanas que cualquier intento de "amenazar o chantajear" a Rusia es inaceptable y que el acuerdo de su país con Corea del Norte no tiene como objetivo a terceros países específicos, escribió la embajada rusa en su cuenta de X. El Ministerio surcoreano indicó que Zinoviev prometió presentar las preocupaciones de Seúl ante sus superiores en Moscú.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, advirtió a Rusia y mencionó las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra la República Popular Democrática de Corea (RPDC), el nombre oficial del país, que prohíbe a todos los países proporcionar a esa nación cualquier material para programas nucleares balísticos.
"Cualquier relación de cualquier país con la RPDC, incluida la Federación Rusa, deberá atenerse a esas sanciones", dijo a la prensa en las oficinas generales de la ONU en Nueva York.
Las campañas de activistas surcoreanos de lanzar panfletos hacia el otro lado de la frontera han provocado la reanudación de la guerra psicológica al estilo de la Guerra Fría en la delimitación intercoreana.
Los activistas civiles surcoreanos, liderados por el desertor norcoreano Park Sang-hak, dijeron que el jueves en la noche enviaron 20 globos con 300.000 panfletos, 5.000 unidades USB de memoria con canciones y dramas televisivos surcoreanos, y 3.000 billetes de dólares estadounidenses, desde el poblado fronterizo de Paju.
A Pyongyang le irritan esos lanzamientos, temiendo que desmoralicen a los soldados y habitantes en la frontera y eventualmente socaven la autoridad del líder Kim Jong Un, dicen analistas.
En un comunicado publicado por la agencia noticiosa oficial norcoreana, Kim Yo Jong, que es una de las principales funcionarias de política exterior de su hermano, tildó a los activistas de "desertores escoria" y lanzó lo que pareció ser una amenaza de represalia.
"Cuando haces algo que claramente se te dijo que no debías hacer, es lógico que termines enfrentándote a algo que no tendrías que enfrentar", dijo la dirigente, sin especificar qué haría el Norte.
Tras lanzamientos previos de panfletos surcoreanos, el Norte lanzó más de 1.000 globos hacia el Sur que derramaron toneladas de basura en Corea del Sur, destrozando tejados y ventanas y causando otros daños. Kim Yo Jong previamente había insinuado que los globos podrían convertirse en la respuesta estándar del Norte a los panfletos, y que el gobierno norcoreano podría "lanzar muchas veces más basura de la que están lanzando sobre nosotros".
En respuesta, el Sur reanudó las emisiones de propaganda antinorcoreana con altavoces militares instalados en la frontera, por primera vez en años. Kim Yo Jong, en otro comunicado publicado por la prensa estatal, respondió a esto, advirtiendo que Seúl está "creando el preludio de una situación sumamente peligrosa".