PUNTA CANA, República Dominicana (EFE).- El secretario general iberoamericano, Andrés Allamand, afirmó este miércoles que la próxima Cumbre Iberoamericana, que se celebrará en marzo de 2023 en República Dominicana, será un evento "sin exclusiones".
"La Cumbre Iberoamericana es una cumbre que funciona sobre la base de que no existen exclusiones", señaló el líder de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), que espera la "asistencia plena de sus 22 miembros", según declaró a Efe, en la misma línea en la que se manifestó este martes el presidente dominicano, Luis Abinader, a este respecto.
Sin embargo, no entró a valorar la posición de Estados Unidos de no invitar a países como Cuba, Nicaragua y Venezuela a la próxima Cumbre de las Américas, que se realizará del 6 al 10 de junio en Los Ángeles: "A mí no me toca pronunciarme", afirmó.
"A nosotros no nos corresponde hacer una valoración de la cumbre de Las Américas más allá de la buena disposición que existe hacia estos eventos", dijo, e insistió en que "cada país que celebra una cumbre puede tener su propio criterio en esa materia".
A cinco días de comenzar la cita, no se ha publicado la lista definitiva de participantes, aunque Estados Unidos sí ha confirmado que, como anfitrión, no cuenta con Venezuela ni Nicaragua.
Varios los países, como México o Bolivia, han puesto en duda su participación en el evento si no incluye a todos los países de la región, mientras que otros, como Argentina o Chile, han manifestado su desacuerdo en este sentido pero no cuestionan su participación.
Allamand manifestó su deseo de que, aun con estos antecedentes, "el clima sea todo lo razonable para que pueda ser una cumbre que tenga buenos resultados para la región", dijo con motivo de su asistencia al V congreso del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (Ceapi) que se celebra en Punta Cana, República Dominicana.
Desde su primera edición en 1994, la Cumbre de las Américas no tiene una estructura definida que fije quiénes son sus participantes y deja en manos del anfitrión las invitaciones, "cada país que organiza una cumbre le corresponde decidir cuáles son las reglas del juego", apuntó el chileno.