Manifestantes vuelven a las calles de Myanmar

Yangón, Myanmar.- La junta militar birmana trata de limpiar su imagen con una campaña de desinformación mientras continuó este sábado la represión con gases lacrimógenos de las manifestaciones prodemocráticas, en las que han muerto al menos una cincuentena de personas desde el golpe de Estado.

Para lavar su imagen internacional, la junta militar ha contratado los servicios como relaciones públicas del exespía israelí y antiguo traficante de armas actualmente residente en Canadá Ari Ben-Menashe, según el portal “Foreign Lobby”.

En ciudades como Rangún y Mandalay, las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos y granadas aturdidoras para tratar de dispersar las protestas, pero los manifestantes, con cascos y escudos metálicos, vuelven una y otra vez a las calles.

En Naipyidó, la capital de Myanmar, los manifestantes sostenían carteles en los que se leía “No aceptamos el golpe militar” con una imagen de armas rotas y pisaban las fotos tiradas al suelo del jefe golpista de la junta, Min Aung Hlaing.

Los manifestantes pacíficos se han marcado el objetivo de no permitir al Ejército controlar el país y desalojarlo del poder, mientras que en las redes sociales se ha convertido en viral la etiqueta #R2P, siglas de “responsabilidad de proteger”.

Este principio de la ONU es un compromiso político global para evitar serias violaciones de los derechos humanos, como crímenes de guerra y lesa humanidad, mediante la aplicación de medidas como sanciones.