París, Fra.- La duodécima jornada de protestas contra la reforma de las pensiones atrajo a menos manifestantes que en las anteriores en la antesala del esperado dictamen del Consejo Constitucional sobre la impopular norma que eleva la edad mínima de jubilación de los 62 a los 64 años.
De acuerdo con los números del sindicato CGT, revisados a última hora de la tarde, en Francia hubo 1.5 millones de manifestantes en las 280 protestas, frente a los 2 millones de la anterior convocatoria del 6 de abril.
En la capital gala, donde también se registró una caída de participantes, hubo al menos 36 detenidos y 10 policías heridos, uno de ellos de relativa gravedad.
En la marcha parisina, los sindicatos partieron del Palacio Garnier, sede de la Ópera, en dirección a la plaza de la Bastilla. En un frío y ventoso día de primavera, los cortejos daban la sensación de ser menos compactos que en otras ocasiones.
Los eslóganes contra Emmanuel Macron, al que acusan de autoritario por haber aprobado la reforma sin un voto en la Asamblea Nacional, se mezclaron esta vez con el sentimiento de expectación de los participantes de la marcha, en la víspera de que el Consejo Constitucional dictamine si valida -total o parcialmente- o no la controvertida ley.
Thierry, un informático de 60 años, está afiliado al sindicato mayoritario en Francia, el CFDT. Vestido con el chaleco naranja de su organización, el empleado de Thales tiene los ojos puestos en los conocidos en Francia como “sages” (sabios), los nueve miembros del Consejo Constitucional presididos por el exprimer ministro socialista Laurent Fabius.
“La calle sigue en pie, que todo el mundo sepa que nos oponemos rotundamente a esta reforma. Y ‘los sabios’ no pueden cerrar los ojos ante esta movilización”, apeló en declaraciones a EFE Thierry, quien,