SEÚL, Corea del Sur (AP) — Médicos veteranos de grandes hospitales surcoreanos empezaron a renunciar en masa el lunes para apoyar a los médicos en prácticas y residentes, que llevan cinco semanas en huelga por un plan del gobierno de aumentar de forma drástica las plazas en facultades de medicina.
Era probable que la protesta de los médicos veteranos no empeorase de inmediato el funcionamiento de los hospitales porque dijeron que seguirían trabajando incluso después de entregar sus renuncias. Sin embargo, las posibilidades de resolver la disputa con rapidez también eran escasas, ya que la acción de los médicos se producía después de que el presidente Yoon Suk Yeol, pidiera negociaciones con los médicos y apuntara a una posible reducción de las medidas punitivas contra los médicos jóvenes en huelga.
Unos 12.000 médicos en prácticas y residentes enfrentan la suspensión inminente de sus licencias por negarse a poner fin a su huelga, que ha obligado a cancelar cientos de cirugías y otros tratamientos en sus hospitales.
Se oponen al plan del gobierno de incrementar en dos tercios las plazas en las facultades de medicina del país, afirmando que las escuelas no pueden gestionar un incremento tan brusco y que a la larga perjudicaría a los servicios médicos surcoreanos. Sin embargo, las autoridades dicen que se necesitan más médicos con urgencia debido al rápido envejecimiento de la población y a que su tasa de médicos por población es de las más bajas del mundo desarrollado.
En una reunión el domingo con Han Dong-hoon, el líder del partido en el gobierno, representantes de profesores de medicina y médicos de unos 40 hospitales universitarios —donde trabajaban los médicos en formación— expresaron su apoyo a la huelga y dijeron que el plan del gobierno "colapsaría el sistema médico de nuestro país", según dijo el lunes Kim Chang-soo, líder del comité de emergencia de las universidades.
Kim describió el acercamiento de Yoon como un paso positivo, pero dijo que la pugna entre médicos y el gobierno no se resolverá a menos que el gobierno retire su plan.
Kim esperaba que médicos y universidades mantuvieran sus planes de renuncias voluntarias y reducir sus horas de trabajo a 52 semanales, el máximo legal permitido en una semana. Según observadores, los médicos veteranos han asumido grandes cargas de trabajo desde que sus colegas con menos experiencia abandonaron los hospitales.
Los médicos en prácticas en huelga suponen menos del 10% de los 140 mil médicos surcoreanos. pero en los grandes hospitales suponen entre el 30 y el 40% de los médicos, asisten en cirugías y atienden a pacientes ingresados.
Los sondeos de opinión indican que la mayoría de los surcoreanos respalda la iniciativa del gobierno de formar más médicos, y los críticos señalan que a los médicos, una de las profesiones mejor pagadas en Corea del Sur, les preocupa ganar menos si aumenta el número de doctores.
Las autoridades dicen que hacen falta más médicos para corregir una arraigada falta de profesionales en zonas rurales y en especialidades esenciales pero peor retribuidas. Sin embargo, los médicos dicen que los estudiantes recién reclutados también intentarían trabajar en la zona de la capital y en campos mejor pagados como la cirugía plástica y la dermatología. Afirman que el plan del gobierno también haría que los médicos realizaran intervenciones innecesarias debido a un aumento de la competencia.