Miles de católicos celebran a Aparecida pese a COVID

APARECIDA, Brasil (AP) — Decenas de miles de fieles desafiaron la pandemia y peregrinaron hasta la enorme basílica de Aparecida, en el interior del estado de Sao Paulo, adonde muchos llegaron tras marchar varios días para participar en las celebraciones del martes de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida, la santa patrona de Brasil.

En un año normal, la catedral puede recibir hasta 35.000 personas. Pero debido a que la pandemia aún causa más de 400 muertes al día en Brasil, se tuvo que reducir el aforo por segundo año consecutivo.

“Es difícil, sabes. Hay que tener fe de que todo estará bien”, dijo Daiane Santos Barbosa, con voz aún agitada tras caminar más de 96,5 kilómetros (60 millas). “La recompensa es llegar hasta aquí”, agregó mientras volteaba hacia la gran catedral que estaba a sus espaldas.

Barbosa, procedente del estado vecino de Río de Janeiro, deseaba asistir a una de las misas del día dentro del recinto. Se celebraron varios servicios, cada uno con un máximo de 2.500 personas, lo que supera las 1.000 del año pasado.

La celebración de Nuestra Señora Aparecida es uno de los días más importantes para los católicos en Brasil, donde además es feriado bancario. No es coincidencia que hace 90 años, las autoridades en Río de Janeiro eligieran este día para inaugurar la estatua de Cristo Redentor, el emblemático monumento que mira hacia la ciudad.

Otra peregrina de Río de Janeiro dijo que ella y varias personas más vinieron a pesar del coronavirus para rezar tras muchos meses de pandemia y una crisis económica que se agrava.

“Aunque la pandemia continúa, la gente dejó de lado este asunto de la enfermedad para experimentar algo de paz”, dijo Joice do Carmo. “Hemos perdido a muchas gente. Yo perdí a una tía por esto, pero otros en mi familia continúan aquí y ésta es una manera de estar agradecida”.

Casi 45% de la población está totalmente vacunada en Brasil y el porcentaje de brasileños parcialmente inoculados rebasa al de Estados Unidos o Alemania, según el sitio web de investigación Our World in Data.

En una visita sorpresiva, el presidente Jair Bolsonaro asistió a las celebraciones del martes. El mandatario fue aclamado y abucheado cuando caminaba entre la multitud. Muchos responsabilizan a Bolsonaro y su gobierno de algunas de las 600.000 muertes que ha causado el COVID-19 en Brasil desde el inicio de la pandemia.