NUEVA DELHI (AP) — El primer ministro indio Narendra India, recién juramentado para un tercer mandato consecutivo, nombró un gabinete el lunes que mantuvo a sus principales ministros en carteras cruciales a pesar de que su partido nacionalista hindú perdiera la mayoría en un resultado electoral sorpresivo.
No hubo cambios en los cuatro ministerios principales. Subrahmanyam Jaishankar, quien lideró la política exterior del país durante los últimos cinco años, fue reinstalado en su posición como ministro de Asuntos Exteriores. Amit Shah continuará como ministro del Interior, Nirmala Sitharaman permanecerá como ministra de Finanzas y Rajnath Singh seguirá siendo el ministro de Defensa.
La elección de seis semanas de duración concluyó la semana pasada, en la cual el Partido Bharatiya Janata de Modi no logró asegurar una mayoría por sí solo después de haber ganado victorias aplastantes en 2014 y 2019. Sin embargo, su coalición, Alianza Democrática Nacional, ganó suficientes escaños para formar gobierno con él al mando.
Es la primera vez que el Bharatiya Janata ha necesitado apoyo de sus aliados regionales para formar un gobierno después de una década de comandar la mayoría en el parlamento.
Los resultados finales de las elecciones mostraron que el Bharatiya Janata ganó 240 escaños, muy por debajo de los 272 necesarios para una mayoría. Juntas, los miembros de la alianza aseguraron 293 escaños en la cámara baja del parlamento de 543 miembros.
Modi, de 73 años, es solo el segundo primer ministro indio en ganar un tercer mandato consecutivo.
El domingo, él y 71 ministros tomaron juramento en el palacio presidencial de India, Rashtrapati Bhavan, en Nueva Delhi. Sesenta y un de ellos eran del Bharatiya Janata mientras que los restantes eran aliados del partido en la alianza. Solo siete de ellos eran mujeres, y ni una sola persona de la comunidad musulmana, el grupo minoritario más grande de India cuya representación política como legisladores ha disminuido bajo Modi.
Los resultados, que desafiaron las encuestas que predijeron una victoria aplastante para el Bharatiya Janata, dejaron al gobierno de coalición de Modi en gran medida dependiente de dos aliados regionales clave: el Partido Telugu Desam en el estado sureño de Andhra Pradesh y Janata Dal (Unido) en el estado oriental de Bihar, para mantenerse en el poder. El domingo, dos legisladores de cada partido fueron juramentados como ministros.
La sorprendente caída en el apoyo al BJP significa que Modi necesita apoyo de sus aliados regionales para mantenerse en el poder, y los expertos dicen que puede tener que adaptarse a un estilo de gobernanza al que no está acostumbrado.
Un declarado nacionalista hindú, Modi, un líder popular pero polarizante, es considerado defensor de la mayoría hindú que forma 80% de los 1.400 millones de habitantes de India. Sus partidarios dicen que él ha mejorado la economía y ha dado a la India un mayor protagonismo en el escenario mundial.
Pero los críticos dicen que ha debilitado a la democracia y a la condición de la India como país laico, con ataques por parte de nacionalistas hindúes contra las minorías del país, especialmente los musulmanes, y al reducir los espacios para el disenso y para la libertad de prensa. La oposición cuestiona el desempeño económico del gobierno, señalando que hay un mayor desempleo y una mayor desigualdad a pesar del fuerte crecimiento, lo que, según los analistas, resonó con los votantes.