RAFAH, Franja de Gaza (AP) — La cifra de muertos palestinos en Gaza a causa de la guerra entre Israel y Hamás ha superado las 25.000 personas, indicó el domingo el Ministerio de Salud de Gaza, mientras que el gobierno israelí anunció el fallecimiento de otro rehén y parecía lejos de alcanzar su objetivo de aplastar al grupo armado y rescatar a más de 100 rehenes.
El nivel de muerte, destrucción y desplazamientos por la guerra ya carece de precedentes en las décadas del conflicto palestino-israelí. La guerra ha dividido a los israelíes, mientras que la ofensiva amenaza con desatar un conflicto más extenso con grupos respaldados por Irán en Líbano, Siria, Irak y Yemen que respaldan a los palestinos.
Furiosos con el gobierno israelí porque no ha logrado la liberación de los demás rehenes, familiares y otras personas instalaron un campamento frente a la residencia del primer ministro Benjamin Netanyahu en Jerusalén, y se comprometieron a permanecer allí hasta que se llegue a un acuerdo con Hamás.
En una declaración nueva y desafiante, Netanyahu dijo que, en su conversación del viernes con el presidente estadounidense Joe Biden, le enfatizó que rechaza las exigencias de Hamás de un cese del fuego, el retiro de las fuerzas israelíes y la liberación de los palestinos detenidos en Israel a cambio de los rehenes restantes. Dijo que acceder a esas exigencias significa que "sería simplemente cuestión de tiempo" para que Hamás efectué otro ataque devastador.
Netanyahu también rechaza los llamados de Estados Unidos —su aliado más cercano— para que los planes de posguerra incluyan una vía encaminada a la creación de un Estado palestino. El secretario general de la ONU António Guterres señaló que el rechazo a una solución de dos Estados es inaceptable.
"Oriente Medio es un polvorín. Debemos hacer todo lo posible para evitar que el conflicto se expanda por toda la región", añadió Guterres. "Y eso empieza con una tregua humanitaria inmediata para aliviar el sufrimiento en Gaza".
SUBE LA CIFRA DE MUERTOS EN GAZA
La guerra comenzó con el ataque sorpresa de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre, en el que milicianos palestinos mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y se llevaron a unos 250 rehenes a Gaza.
El ejército de Israel anunció la muerte del sargento Shay Levinson, de 19 años, uno de los rehenes. Se indicó que la fecha de su deceso fue el 7 de octubre, pero no hubo más detalles. Según medios israelíes, su cadáver aún sigue en Gaza.
Israel ha respondido al ataque del 7 de octubre con una ofensiva aérea y terrestre que ha destruido vecindarios enteros en el norte de Gaza y se expandió al sur, atacando zonas a donde instó a los civiles que se refugiaran. Las operaciones terrestres se enfocan actualmente en la ciudad de Jan Yunis, en el sur del territorio, y sobre campamentos de refugiados en el centro de Gaza cuyo origen se remonta a la guerra de 1948 tras la creación del Estado de Israel.
"Las columnas de humo de los tanques, la artillería y los aviones de la fuerza aérea seguirán cubriendo el cielo sobre la Franja de Gaza hasta que hayamos alcanzado nuestros objetivos", dijo el ministro de Defensa, Yoav Gallant.
Desde que comenzó la guerra han muerto 25.105 palestinos en la Franja de Gaza y otros 62.681 han resultado heridos, de acuerdo con el Ministerio de Salud. Esa cifra incluye los 178 cadáveres que han sido trasladados a los hospitales de Gaza desde el sábado, dijo Ashraf al Qidra, vocero del Ministerio.
Se cree que la cifra real de muertos es más alta, dado que muchas personas siguen sepultadas bajo los escombros dejados por ataques israelíes o en lugares fuera del alcance de los médicos, subrayó Al Qidra.
El conteo del Ministerio de Salud no distingue entre civiles y combatientes, pero dice que aproximadamente dos terceras partes de los fallecidos eran mujeres y niños. El ministerio forma parte del gobierno a cargo de Hamás, pero sus cifras de bajas de guerras anteriores concordaban en su mayor parte con los cálculos de agencias de las Naciones Unidas e incluso de las fuerzas armadas israelíes.
El ejército israelí asegura que ha matado a aproximadamente 9.000 milicianos, sin presentar evidencia, y culpa a Hamás de la alta cifra de muertos civiles porque ubica a sus combatientes, túneles y demás infraestructura militar en zonas residenciales densamente pobladas. Las fuerzas armadas difundieron imágenes de un túnel ubicado bajo un vecindario residencial en Jan Yunis en donde creen que en distintos momentos se mantuvo al menos a 20 rehenes.
El ejército de Israel dijo que se estaba revisando la demolición la semana pasada de un edificio clave de la Universidad Israa en Gaza, y aseveró que los hallazgos preliminares indicaban que Hamás había utilizado el complejo con fines militares. La universidad ha dicho que el "ataque" ocurrió semanas después que las fuerzas israelíes ocuparan el edificio.
La guerra ha desplazado a cerca del 85% de la población de Gaza: cientos de miles de personas abarrotan campamentos de carpas y refugios gestionados por la ONU en el sur del diminuto enclave costero. Funcionarios del organismo mundial dicen que una cuarta parte de los 2,3 millones de habitantes están en situación de hambruna, ya que muy poca ayuda humanitaria ingresa al territorio debido a los combates y a las restricciones israelíes.
Israel informó que 260 camiones de ayuda humanitaria ingresaron el domingo a Gaza, la cifra más elevada desde que la guerra comenzó. Antes del conflicto ingresaban a diario unos 500 vehículos, de acuerdo con la ONU.
"El pan no alcanza ni para una hora", dijo Ahmad Al Nashawi, quien aceptó alimentos donados en un campamento de carpas en la ciudad sureña de Rafah. "Ustedes pueden ver cuántos hijos tenemos, aparte de las mujeres y los hombres. Lo más importante para un niño es comer".
SE INCREMENTA LA DIVISIÓN ENTRE LOS ISRAELÍES
En el nuevo campamento de protesta frente a la residencia de Netanyahu en Jerusalén, los familiares de los rehenes le exigieron al gobierno que actúe.
"No tiene sentido que nos dicen que la guerra debe continuar, y nos siguen diciendo que los liberaremos mediante la presión militar, pero no vemos que se libere a uno solo debido a esta presión", dijo Guilad Korengold, padre del rehén Tal Shoham.
Algunos altos funcionarios israelíes han comenzado a reconocer que los objetivos de Netanyahu de una "victoria total" sobre Hamás y el regreso de los rehenes restantes podrían ser excluyentes entre sí.
Un miembro del Gabinete de Guerra de Israel, el exjefe del ejército Gadi Eisenkot, dijo la semana pasada que la única manera de liberar a los rehenes era mediante un alto el fuego.
Pero los aliados de la coalición de ultraderecha de Netanyahu lo están presionando para que intensifique la ofensiva, y algunos piden la emigración "voluntaria" de cientos de miles de palestinos de Gaza y el restablecimiento de asentamientos judíos allí.
Se cree que Hamás utiliza a los rehenes como escudos humanos para sus principales líderes. Israel ha rescatado a un rehén, y Hamás dice que varios han muerto en ataques aéreos israelíes o durante operaciones fallidas de rescate.
Los familiares de los rehenes quieren un intercambio como el realizado durante un cese del fuego de una semana en noviembre pasado. Otros israelíes han expresado su frustración con las fallas de seguridad antes del ataque del 7 de octubre y por la forma en que Netanyahu ha manejado la guerra.
Familiares de las víctimas plantaron árboles cerca del lugar de la masacre de octubre ejecutada durante un festival musical.
"¿Qué pasó luego de 109 días? Nada. Seguimos esperando", dijo Idan Bahat, padre de una de las víctimas.