Madre de un hijo, Carthen dijo que en la SSA le explicaron que "por error" la agregaron en la base de datos Death Master File, que recopila registros de personas muertas con su número de seguridad social. Le entregaron una "carta de muerte errónea para entregar a los burós de crédito, para demostrar que seguía viva".
"Eso sólo empeoró las cosas, porque no solo se trataba de acreedores. Al estar dentro del Death Master File, esa información fue al IRS, al Departamento de Seguridad Nacional, a E-verify, a todas esas instancias. Simplemente empezó a afectar mi vida", detalló la afectada.
Al estar "oficialmente muerta", su vida se volteó de cabeza. Conseguir trabajo no ha sido la parte difícil, sino mantenerlo más de un par de meses, porque las empresas descubren que "está muerta" y no pueden procesar sus pagos. Terminan por despedirla para no meterse en problemas.
Tampoco ha podido obtener un préstamo hipotecario, porque no existe registro de ella. A pesar de que ha presentado decenas de documentos a la SSA, a la cual demandó en 2019, e incluso ha contactado a cuatro presidentes de Estados Unidos en busca de ayuda, su problema sigue sin solución.
En 2021, se le asignó un nuevo número de seguridad social y tuvo que cambiarse el nombre a Madeline Coburn. Pensó que la pesadilla había quedado atrás, pero no era así.
El nuevo número también era rechazado. ¿La razón? Estaba conectado al anterior, que decía que Madeline estaba muerta.
"Estoy atorada y nadie puede ayudarme", lamentó en sus declaraciones a NBC. "Solo quiero respuestas. A veces solo quiero rendirme, pero mi fe es demasiado fuerte", afirmó. "No me importa si toma 20 años, voy a hacer lo que necesite hacer para enmendar esta situación, no solo por mí sino por otros".