Negociaciones de alto el fuego entre Israel, Hezbollah y Gaza

Hezbollah e Israel: rumbo a un alto el fuego en Oriente Medio

JERUSALÉN (AP) — La ronda de negociaciones de alto nivel celebrada en El Cairo para lograr un alto el fuego y un acuerdo sobre la liberación de rehenes que ponga fin, al menos temporalmente, a los diez meses de guerra entre Israel y Hamás en Gaza concluyó el domingo sin un acuerdo definitivo, informó un funcionario estadounidense. Sin embargo, las pláticas continuarán a niveles inferiores en los próximos días en un esfuerzo por resolver los puntos contenciosos que aún persisten.

El funcionario, quien habló bajo condición de anonimato, dijo que "equipos de trabajo" de bajo nivel permanecerán en El Cairo para reunirse con mediadores de Estados Unidos, Qatar y Egipto con la esperanza de abordar los desacuerdos restantes. El funcionario calificó las recientes negociaciones, que comenzaron el jueves en El Cairo y continuaron hasta el domingo, de "constructivas" y dijo que todas las partes estaban trabajando para "alcanzar un acuerdo definitivo y que pueda ser implementado".

En las conversaciones participaron el director de la CIA, William Burns, y David Barnea, jefe de la agencia de inteligencia israelí Mossad. Una delegación de Hamás recibió información de los mediadores egipcios y qataríes, pero no participó directamente en las negociaciones.

Los acontecimientos se produjeron después de que Israel y el grupo militante libanés Hezbollah intercambiaran intensos disparos a primera hora del domingo, pero se abstuvieran de desencadenar una temida guerra a gran escala, luego que ambas partes señalaron que su enfrentamiento más intenso en meses había terminado.

Hezbollah afirmó que atacó un centro de inteligencia militar israelí cerca de Tel Aviv como parte de un bombardeo de cientos de cohetes y drones, e Israel dijo que sus docenas de ataques habían sido preventivos para evitar uno más grande. Ninguna de las dos partes presentó pruebas.

El líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, afirmó que el ataque, una represalia contra Israel por el asesinato de un alto mando de la organización en Beirut el mes pasado, se había retrasado para dar una oportunidad a las negociaciones de cese el fuego en Gaza y para que los grupos afines respaldados por Irán pudieran discutir con dicho país la posibilidad de lanzar un ataque conjunto contra Israel. El despliegue conjunto de fuerzas militares israelíes y estadounidenses también influyó.

"Nos reservamos el derecho a responder más adelante" si no se cumplen los objetivos del ataque del domingo, dijo Nasrallah, añadiendo que los rebeldes hutíes en Yemen – y el propio Irán – aún no han respondido. Pero dijo al pueblo libanés: "En este momento, el país puede tomarse un respiro y relajarse".

Israel y Hezbollah dijeron que sólo habían apuntado a objetivos militares. Israel dijo que Hezbollah no había alcanzado ningún objetivo militar, pero que un soldado de la marina israelí había muerto y que otros dos resultaron heridos ya sea por uno de los proyectiles o sus restos. Dos combatientes de Hezbollah y un militante de un grupo aliado murieron, dijeron los grupos.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que el ejército había eliminado miles de cohetes que apuntaban al norte de Israel y derribado drones que se dirigían al centro del país.

"Repito: este no es el final de la historia", añadió.

Vuelos desviados y sirenas de ataque aéreo

Las sirenas de ataque aéreo se activaron en todo el norte de Israel, y el aeropuerto internacional de Israel cerró y desvió vuelos durante aproximadamente una hora.

El vocero militar israelí, contralmirante Daniel Hagari, dijo que unos 100 aviones israelíes impactaron 270 objetivos, el 90% de ellos plataformas lanzacohetes que apuntaban al norte de Israel. Dijo que estaban investigando el porcentaje de cohetes y drones interceptados, pero que la "gran mayoría" fueron bloqueados.

Hezbollah dijo que su ataque incluyó más de 320 cohetes Katyusha dirigidos a múltiples lugares de Israel y un "gran número" de drones.

Algunos israelíes estaban conmocionados. En la ciudad norteña de Acre, Saadia Even Tsur, una maestra jubilada de 76 años, dijo que estaba en la sinagoga y llegó a casa cinco minutos después de que su habitación sufriera daños. "Subí y vi la magnitud del milagro que me había ocurrido", dijo. Una ventana estaba rota y había escombros sobre la cama.

El ministro interino de Economía del Líbano, Amin Salam, declaró tras una reunión de emergencia del gabinete que las autoridades "se sentían un poco más optimistas" acerca de una reducción de la tensión después de que ambas partes confirmaron que las operaciones habían terminado.

El presidente estadounidense Joe Biden estaba "siguiendo de cerca los acontecimientos en Israel y Líbano", según Sean Savett, vocero del Consejo de Seguridad Nacional. El Pentágono dijo que el secretario de Defensa, Lloyd Austin, había hablado con su homólogo israelí, Yoav Gallant, y había ordenado la permanencia de los dos grupos de portaaviones estadounidenses en la región. En las últimas semanas, el ejército estadounidense ha estado aumentando su presencia en toda la región.

El jefe del Estado Mayor Conjunto, general CQ Brown, llegó la noche del domingo a Israel para mantener reuniones sobre lo que los militares israelíes denominaron como "preparativos conjuntos en la región como parte de la respuesta a las amenazas en Oriente Medio".

La guerra a gran escala parece haberse evitado por ahora

Danny Citrinowicz, un experto del Instituto de Estudios para la Seguridad Nacional de Israel, dijo que Hezbollah podría estar intentando "equilibrar la ecuación sin escalar a una guerra". Cada lado ahora espera que su narrativa sea suficiente para declarar la victoria y evitar una confrontación más amplia, dijo.

Hezbollah comenzó a atacar Israel casi inmediatamente después del inicio de la guerra en Gaza, desencadenada por el ataque de Hamás el 7 de octubre contra el sur de Israel. Israel y Hezbollah han intercambiado disparos casi a diario, desplazando a decenas de miles de personas en ambos lados de la frontera.

Se cree que Hezbollah, que luchó contra Israel hasta un punto muerto en el verano de 2006, es mucho más poderoso ahora que durante ese conflicto. Estados Unidos e Israel estiman que tiene unos 150.000 cohetes y que es capaz de alcanzar cualquier lugar dentro de Israel. El grupo también ha desarrollado drones capaces de evadir las defensas de Israel, así como municiones de precisión.

Israel ha prometido una respuesta aplastante a cualquier ataque importante de Hezbollah. Tiene un extenso sistema de defensa antimisiles de varios niveles y cuenta con el respaldo de una coalición liderada por Estados Unidos que le ayudó a derribar cientos de misiles y drones disparados desde Irán a principios de este año.

Hezbollah es un aliado cercano de Irán, que también ha amenazado con tomar represalias contra Israel por el asesinato de un alto dirigente de Hamás, Ismail Haniyeh, en una explosión en Teherán el mes pasado. Israel no ha dicho si estuvo involucrado.

Medios estatales iraníes resaltaron el domingo el ataque de Hezbollah, calificándolo de exitoso, aunque no hubo comentarios inmediatos de las autoridades de Irán.

Estados Unidos y otros mediadores consideran que un alto el fuego en Gaza es clave para evitar una conflagración más amplia en Oriente Medio. Hezbollah ha declarado que detendrá sus ataques contra Israel si se produce un alto al fuego en Gaza.

Las negociaciones celebradas el domingo en El Cairo tenían como objetivo reducir la brecha entre una propuesta de tregua y la liberación de decenas de rehenes en manos de Hamás.

En Cisjordania ocupada, el ejército israelí dijo que había matado a dos personas que presuntamente intentaron atropellar a soldados en Ariel, hiriendo levemente a uno de ellos.