PARÍS, Francia, noviembre 10 (ANSA/EL UNIVERSAL).- El expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, será puesto en libertad condicional a partir de este lunes. El Tribunal de Apelación de París ha dictaminado que se le concede la libertad tras su detención, que comenzó el 21 de octubre en relación con el caso de los fondos libios, supuesto financiamiento ilícito de su campaña.
El expresidente abandonará este mismo lunes la prisión de La Santé.
En su fallo, el tribunal prohibió a Sarkozy contactar con el ministro de Justicia, Gérald Darmanin. Darmanin lo había visitado en prisión el 29 de octubre.
El abogado del expresidente, Christophe Ingrain, ofreció una breve respuesta al veredicto, afirmando que la decisión de hoy era solo el primer paso y que "el siguiente paso es el juicio de apelación". "Y nuestro trabajo ahora, tanto para Nicolas Sarkozy como para nosotros, es prepararnos para esa audiencia de apelación", declaró el letrado.
"Quiero que se convenzan de una cosa: jamás se me ocurrió la descabellada idea de pedirle financiación al señor Gadafi. Nunca admitiré algo que no hice", declaró Sarkozy durante la audiencia en París sobre su solicitud de liberación de la prisión. "He respondido escrupulosamente a todas las citaciones (judiciales, NDR). Jamás imaginé llegar a los 70 años y estar en prisión. Esta terrible experiencia me fue impuesta: la he vivido. Es dura, muy dura", continuó. Y acotó: "Es agotador, una pesadilla".
"Soy consciente de la gravedad de los cargos que se me imputan, pero tres semanas en la prisión de La Santé no cambiarán mi actitud. Soy francés, señor Presidente, mi familia está en Francia. Y cumpliré con todas las obligaciones que se me imponen", deslizó luego, comunicado online.
"Quiero rendir homenaje al personal penitenciario que ha demostrado una humanidad excepcional y que ha hecho soportable esta pesadilla", declaró el expresidente francés desde la prisión de La Santé en París, donde se encuentra detenido por su presunta implicación en la financiación libia de su campaña presidencial de 2007.
La fiscalía ha solicitado la libertad condicional de Nicolas Sarkozy, con la prohibición de contactar con los demás acusados y testigos en el caso libio. La fiscalía ha aclarado que "la extrema gravedad de los hechos y la severidad de la pena" no deben influir en la decisión, que debe guiarse "exclusivamente por los criterios del artículo 144 del Código de Procedimiento Penal".
Dicho artículo enumera las condiciones que, por sí solas, justifican la prisión preventiva: el riesgo de manipulación de pruebas y el contacto con otros acusados.
En la audiencia ante el Tribunal de Apelación de París, la familia del expresidente, encabezada por su esposa, Carla Bruni, compareció ante el tribunal en respuesta a la solicitud de libertad. La exmodelo y cantante, vestida de negro, lucía tensa, acompañada por el hijo de Sarkozy, Jean, y su pareja.
El presidente del Tribunal de Apelación, Géron, ubicó a la familia en la primera fila de la sala para que Sarkozy, quien compareció por videoconferencia junto a su abogado Jean-Michel Darrois, pueda ver a su esposa e hijo. El expresidente lucía pálido, vestido con un suéter azul de cuello en V y una camisa. "Responderé a sus preguntas", dijo Sarkozy al presidente del tribunal con expresión tranquila y decidida en el inicio de la audiencia.
Sarkozy, quien fue condenado por intentar obtener financiación de la Libia de Muamar Gadafi para su campaña electoral entre 2007 y 2012, y se lo sentenció a cinco años de prisión. El mandatario fue encarcelado el 21 de octubre, convirtiéndose en el primer ex jefe de Estado de la UE en ingresar en prisión.
Según la legislación francesa, solo puede permanecer en prisión si no se encuentran otros medios para salvaguardar las pruebas, evitar la manipulación de testigos e impedir su fuga, ya sea para reincidir o para protegerlo. De lo contrario, puede ser puesto en libertad bajo supervisión judicial y posiblemente bajo arresto domiciliario con una tobillera electrónica.