YAKARTA, Indonesia (AP) — Prabowo Subianto asumió el domingo como el octavo presidente de Indonesia, la nación musulmana más poblada del mundo. Fue vitoreado en las calles por miles de partidarios que lo saludaban después de prestar juramento sobre el Corán, el libro sagrado musulmán, frente a legisladores y dignatarios extranjeros.
El exministro de Defensa, que cumplió 73 años el jueves, fue un general acusado de abusos contra los derechos humanos durante la dictadura militar.
Pancartas y vallas publicitarias para dar la bienvenida al nuevo presidente llenaron las calles de la capital, Yakarta, donde decenas de miles de personas se reunieron para las festividades.
Subianto fue durante mucho tiempo rival del inmensamente popular presidente Joko Widodo y se postuló contra él dos veces y se negó a aceptar su derrota en ambas ocasiones, en 2014 y 2019.
Pero Widodo nombró a Subianto como jefe de Defensa después de su reelección, allanando el camino para una alianza a pesar de sus rivalidades. Durante la campaña, Subianto prometió continuar con las políticas emblemáticas de su antecesor.
Respaldado por Widodo, Subianto obtuvo una victoria aplastante en las elecciones de febrero.
Subianto prestó juramento junto a su nuevo vicepresidente, el exalcalde de Surakarta, Gibran Rakabuming Raka, de 37 años e hijo de Widodo.
Pero la forma en que gobernará la economía más grande del sudeste asiático, donde casi el 90% de los 282 millones de habitantes son musulmanes, sigue siendo incierto después de una campaña en la que hizo pocas promesas concretas además de la continuidad con el popular expresidente.
Subianto, que proviene de una de las familias más ricas del país, es un marcado contraste con Widodo, el primer presidente indonesio que no surgió de la élite política y militar, que provenía de un entorno humilde y como presidente a menudo se mezclaba con multitudes de clase trabajadora.
Soldados y policías, junto con vehículos blindados, camiones de bomberos y ambulancias, se desplegaron por toda la capital, y se cerraron las principales carreteras para garantizar la seguridad de la juramentación.
Indonesia es un bastión de la democracia en el sudeste asiático, una región diversa y económicamente bulliciosa de gobiernos autoritarios, estados policiales y democracias nacientes. Después de décadas de dictadura con Suharto, el país se vio convulsionado por disturbios políticos, étnicos y religiosos a finales de la década de 1990 y principios de la de 2000. Desde entonces, ha consolidado su transición como la tercera democracia más grande del mundo y es el hogar de una clase media en rápida expansión.