La Habana, 18 ago (EFE).- Los obispos de la Iglesia Católica de Cuba publicaron este viernes su Plan Pastoral 2023-2030, una propuesta que llega "con la vivencia de uno de los momentos más difíciles de la historia" de la isla.
"Estamos probablemente en la crisis más grave de los últimos decenios. Las carencias de alimentos y medicinas han alcanzado niveles nunca antes vistos entre nosotros", señalaron.
Sobre la actual crisis económica recalcaron que "hay una inflación y un malestar crecientes con una carga significativa de agobio, desesperanza y desidia".
"Nuestras comunidades y agentes pastorales participan del cansancio que genera el subsistir diario en Cuba. No se reconoce suficientemente la riqueza que supone para la nación la pluralidad de pensamientos, opiniones e ideas, cada vez más presentes entre nosotros", añadieron.
La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) reconoce "la fragilidad de la Iglesia en la carencia de agentes pastorales y medios de evangelización. Nuestras catequesis son pobres, tenemos pocos jóvenes comprometidos y escasas vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada".
También ve una fragilidad "en la vida familiar y en la vivencia del amor fiel y fecundo de los esposos".
Lamentan que "para un sector importante del pueblo, sobre todo jóvenes y personas capacitadas, la salida que vislumbran es la emigración".
Asimismo ven que "es más profundo el deterioro de los valores morales, la no percepción del bien y de la verdad, y la adhesión a los mismos", y en consecuencia "un aumento de la inseguridad ciudadana".
Por ello, sugieren "quizás una cierta apertura en el emprendimiento privado".
La relación entre la Iglesia católica y el Gobierno cubano fue tensa desde los primeros años de la Revolución, que se incautó de algunos de sus inmuebles y expulsó sacerdotes, aunque la visita del papa Juan Pablo II en 1998 inició una etapa de distensión.
A partir de entonces se puso en marcha un acercamiento que se profundizó durante el mandato de Raúl Castro (2008-2018), en el que anotó un hito en 2010, cuando acometió un importante proceso de excarcelación de presos políticos, tras un inédito diálogo con la jerarquía católica en la isla.
Además durante su gobierno recibió las visitas de los papas Benedicto XVI, en 2012, y Francisco, quien estuvo en 2015 y realizó al año siguiente una breve escala para reunirse con el patriarca ortodoxo ruso Kiril.
Este año hubo varios contactos entre el Vaticano y Cuba. En febrero el cardenal Beniamino Stella fue enviado por el papa Francisco a la isla con motivo de los 25 años del viaje de Juan Pablo II a la isla.
En abril, el presidente Díaz-Canel mantuvo un encuentro con los obispos cubanos en el que abordaron temas relacionados con la labor de la Iglesia Católica y la situación del país.
Dos meses después, Díaz-Canel fue recibido por el Papa Francisco en Roma. También conversó en la Secretaría de Estado con el cardenal Pietro Parolin, sobre la petición del Vaticano de liberación de los presos por las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021, entre otros asuntos internacionales.