Río de Janeiro, Bra.- Arianne Risso trabajó todos los días para ayudar a sus pacientes a combatir el cáncer. Eso lo hizo aún más desgarrador cuando su vida, junto con la de otros siete médicos, terminó abruptamente luego que el avión en que viajaban cayera del cielo en Brasil.
Abordó el desafortunado vuelo en la ciudad de Cascavel, en el estado de Paraná, con destino al aeropuerto internacional Guarulhos de Sao Paulo. Se estrelló en la ciudad de Vinhedo, y las imágenes del turbohélice bimotor ATR 72 cayendo en espiral han horrorizado a la población de todo Brasil.
Se estrelló en el patio trasero de una vivienda de una comunidad cerrada y se transformó en restos en llamas. Las 62 personas que iban a bordo murieron, entre ellos los ocho médicos, de acuerdo con un comunicado del Consejo Médico de Paraná. Risso y al menos una colega se dirigían a una conferencia de oncología para mejorar sus conocimientos sobre una enfermedad que anualmente cobra la vida de decenas de miles de brasileños.
Risso, de 34 años, volaba con su colega Mariana Belim, de 31. Ambas habían estado en residencia en el hospital oncológico de Cascavel, y un comunicado de la institución las elogió por la meticulosidad, el cuidado y el respeto con que trataron a sus pacientes.
Willian Rodrigo Feistler, médico general que creció en Cascavel, conocía a seis de las personas que murieron en el accidente y era particularmente cercano a Belim, con quien estudió y mantuvo una amistad de 15 años.
“Mariana era serena y de temperamento melancólico, pero muy inteligente, empática y dedicada a su profesión”, dijo Feistler por teléfono desde Cascavel.
José Roberto Leonel Ferreira, un médico recientemente jubilado que también murió en el incidente, fue uno de los profesores de Feistler durante sus estudios universitarios. Tenía una clínica de radiología en Cascavel.
“No fue Dios quien se llevó a mi hija; no fue Dios, porque él la eligió para salvar vidas”, dijo a los periodistas la madre de Risso, Fátima Albuquerque, quien culpó de la tragedia a capitalistas ávidos de ganancias y a la negligencia de las autoridades.