BRASILIA, Brasil (AP) — Una jueza del estado brasileño de Rondonia declaró culpables a dos mataderos de ganado vacuno de comprar reses de una zona protegida que solía ser selva en la Amazonia. Las compañías Distriboi y Frigon, junto con tres ganaderos, recibieron la orden de pagar una indemnización por haber causado daños ambientales, de acuerdo con la decisión emitida el miércoles.
La ganadería favorece la deforestación de la Amazonia. Los acusados podrían apelar.
Es el primer fallo que se emite de varias decenas de demandas que intentan lograr el pago de millones de dólares por daños ambientales de parte de los mataderos, por supuestamente haber comerciado con ganado criado ilegalmente en una zona protegida conocida como Jaci-Paraná, que fue selva tropical pero ahora está convertida en pastizales en su mayor parte.
Entre los acusados figuran cuatro mataderos, incluido JBS SA, que dice ser el mayor productor de proteínas del mundo. El tribunal no se ha pronunciado sobre los casos que afectan a JBS.
La ley brasileña prohíbe el pastoreo comercial de ganado dentro de un área protegida, pero unas 210.000 cabezas pastan en Jaci-Paraná, según la división de animales del estado. Con casi el 80% de su bosque destruido, es la unidad de conservación más devastada de la Amazonia brasileña. Un informe judicial cifra los daños sufridos por la reserva en unos 1.000 millones de dólares.
Las demandas están fundamentadas en una transferencia de documentos que fue reportada primero por The Associated Press, los cuales muestran que el ganado va directamente de áreas protegidas a mataderos. Los documentos fueron llenados por los propios ganaderos ilegales.
Parte del fallo es una multa colectiva de 453.000 dólares contra los cinco acusados, que están vinculados con una hacienda. El dinero será utilizado para reforestar 232 hectáreas (573 acres) de lo que ahora es pastizal.
"Cuando un matadero, por negligencia o intencionadamente, compra y revende productos procedentes de reservas invadidas y deforestadas ilegalmente, es evidente que se está beneficiando directamente de estas actividades ilegales", señala parte de la denuncia original que la juez Inês Moreira da Costa sostuvo en su fallo. "En tales casos, existe un vínculo innegable entre las acciones de la empresa y el daño ambiental causado por la explotación ilegal".
Frigon y Distriboi no respondieron a preguntas enviadas por correo electrónico. En un documento, Frigon argumentó que el estado de Rondonia permitió a los ganaderos vender las reses, y dijo que no hay relación entre la compra de ganado vacuno y la deforestación. Distriboi también niega haber cometido delito alguno.
JBS tampoco respondió a una solicitud de comentarios.
Rondonia, limítrofe con Bolivia, es el estado más deforestado de la Amazonia brasileña. En las últimas semanas la mayoría de sus ciudades han estado cubiertas por una espesa nube de humo procedente de incendios forestales, lo que apunta a una deforestación desenfrenada. La situación es tan grave que su principal aeropuerto en Porto Velho suspendió las operaciones por siete días consecutivos.