Lisboa, Portugal.- El papa “rezó con dolor por la paz en el mundo” y en “silencio” frente a la imagen de la virgen en el santuario mariano de Fátima en la capilla de las apariciones, explicó hoy el portavoz vaticano, Matteo Bruni, después de que Francisco no pronunciase una oración que estaba prevista.
Bruni explicó a los periodistas que Francisco rezó en ese “largo momento de silencio” en la capilla y en el cuarto misterio del Rosario recitado en el santuario, que tenía en el centro esa misma súplica.
Poco después, en la cuenta del papa en Twitter se publicó una oración: “Con corazón de hijos te consagramos nuestra vida, cada fibra de nuestro ser, todo lo que tenemos y somos, para siempre. Te consagramos la Iglesia y el mundo, especialmente los países en guerra”. “Consíguenos la paz. Tú, Virgen del Camino, abres caminos donde parece que no los hay”, añade.
Francisco prefirió improvisar y no leer el discurso que tenía preparado en el santuario de Fátima, en Portugal, por decisión propia, “como pastor ante los fieles que tiene delante”, había aclarado antes a los medios el portavoz vaticano, después de que Francisco se haya saltado e improvisado algunas alocuciones.
“El papa decide cambiar su discurso como pastor ante los fieles que se encuentra delante”, explicó Bruni, quien aclaró que no se trata de un problema de visión.
Francisco llegó en papamóvil a la explanada del santuario donde le recibieron 200.000 personas, sobre todo fieles portugueses, muchas familias que pasaron sus hijos al pontífice para que fueran bendecidos, y que habían pasado la noche aquí.
Más tarde, el papa Francisco celebró la vigilia de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Lisboa ante un millón y medio de jóvenes y los animó en un discurso de nuevo improvisado a “levantarse siempre” en la vida y a levantar a los demás.
También les habló del cansancio que a veces sienten los jóvenes y “cuando no tienen ganas de hacer nada y uno tira la esponja y no quiere seguir” y les preguntó si creían que uno que caía en la vida o cometía errores o coleccionaba fracasos ya tenía la terminada.
Y entonces les animó a levantarse siempre y también levantar a los demás porque “el único momento en el que es lícito mirar de arriba a abajo a alguien e para ayudar a levantarse”.
Y les invitó a “entrenarse para la vida” aunque a veces no tengan ganas de esforzarse y bromeó y “por eso copian en los exámenes”.
Francisco quiso concluir su discurso con estos tres consejos: “caminar y si uno se cae, levantarse y entrenarse en la vida todos los días”. “En la vida nada es gratis todo se paga, solo hay unas cosas gratis; el amor de Jesús. No tengan miedo, Vayan sin miedo”, se despidió así de los jóvenes.