Al menos 28 personas murieron después de que un autobús que llevaba a peregrinos chiíes de Pakistán se estrellara en el centro de Irán. Otras 23 personas resultaron heridas en el siniestro, 14 de gravedad, Todos los pasajeros eran de Pakistán.
Había 51 personas a bordo del vehículo cuando se produjo el accidente a las afueras de la ciudad de Taft, al sureste de Teherán. En el reporte de la televisora estatal, Malekzadeh atribuyó el choque a un fallo en los frenos del autobús y una distracción del conductor. El ministro paquistaní del Interior, Mohsin Naqvi, expresó sus condolencias por las muertes.