Petróleo cerca de arrecifes brasileños genera controversias

RÍO DE JANEIRO (AP) — El gobierno brasileño no consiguió el jueves licitar yacimientos de petróleo cercanos a un parque nacional marítimo que resguarda uno de los mayores arrecifes de coral de Brasil, mientras el Ejecutivo es blanco de reclamos internacionales para que adopte políticas que demuestren un compromiso con la defensa del medioambiente.

La subasta de los cuatro bloques, ubicados a unos 130 kilómetros del Parque Nacional de Abrolhos, encendió las alarmas de algunas autoridades y de organizaciones ambientalistas, y ninguna de las 17 empresas que participaron en la ronda de subastas de la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) presentó ofertas.

Fueron rematados 12 bloques de los 36 ofrecidos en el evento en un hotel en Río de Janeiro, alcanzando una recaudación récord de más de 2,250 millones de dólares.

La posibilidad de ceder los cuatro yacimientos submarinos, ubicados en la bahía marítima Camamu-Almada, generó una pequeña protesta de activistas fuera del hotel, donde montaron un performance mostrando el impacto de un eventual derrame sobre la vida marina. Además, llevaron una bandera que rezaba “Mar sin petróleo”.

“Las empresas no quisieron meterse en medio de una confusión ambiental”, dijo a The Associated Press Adriano Pires, director del Centro Brasileño de Infraestructura y analista del sector petrolero.

La preocupación por el rumbo de la política ambiental bajo el gobierno de Jair Bolsonaro traspasó las fronteras de Brasil. Grandes incendios en la Amazonía este año en un contexto de aumento de la deforestación y vaciamiento del principal órgano de control ambiental condujo al gobierno a una crisis internacional. Varios líderes reclamaron la falta de compromiso del gobierno con la protección del medioambiente.

Pires explicó que los inversores consideraron que existía el riesgo de invertir dinero en un área que posteriormente no puedan explotar debido a la falta de licencias ambientales.

“El riesgo de gastar dinero y no poder explotar la región es muy grande”, consideró el analista, que comparó estos bloques con unos adquiridos por la empresa francesa Total en 2013 en el estado de Amapá, en el norte del país, que hasta ahora no ha podido usufructuar.

“Es una excelente noticia para el medio ambiente, las comunidades locales y el planeta”, evaluó la organización Greenpeace Brasil, en un comunicado oficial, sobre la frustrada licitación de los bloques. “La sociedad civil ya había demostrado que no aprobaba actividad petrolera en el lugar”.

El Ministerio Público de Bahía advirtió sobre la entrega del área para la explotación petrolífera y había pedido en septiembre la exclusión de la ronda de licitaciones. La iniciativa del gobierno también generó divisiones dentro del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y los Recursos Naturales (IBAMA), la principal agencia ambiental del país.

En marzo pasado, un informe técnico del instituto alertó que un eventual derrame accidental de petróleo podría “alcanzar en corto espacio temporal áreas con especies endémicas y amenazadas y sitios de reproducción de tortugas y mamíferos marinos”. El presidente del IBAMA, Eduardo Bim, sin embargo, discordó con la evaluación.

Pese a que sólo la tercera parte de los bloques ofrecidos el jueves fue adjudicada, el ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, celebró la recaudación récord de la ronda de subastas.

“Demuestra que la política para el sector está en el camino correcto”, aseguró Albuquerque.

Según dijo el director de la ANP Decio Oddone, los bloques que no recibieron ofertas pasarán a un régimen de “oferta permanente” hasta que sean adjudicados.

“La sociedad brasileña puede tener tranquilidad de que todo está siendo hecho para que las reservas petroleras puedan ser explotadas para beneficio de nuestra sociedad sin impactar negativamente en el medio ambiente”, dijo Oddone.

Mientras el gobierno avanza con licitaciones de petróleo en áreas submarinas, Brasil padece el impacto de la contaminación petrolera en sus aguas. Más de cien playas del litoral noreste de Brasil, conocidas por su belleza natural, son afectadas desde hace varias semanas por un derrame de petróleo de origen desconocido.

El ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, dijo el miércoles en el Congreso que el crudo que contamina la costa noreste “muy probablemente” sea de origen venezolano. Salles explicó que la principal hipótesis es que algún barco que pasaba por la región transportando crudo venezolano haya sufrido un derrame y descartó que el origen del derrame esté en un pozo de ese país.

Las causas del derrame, que hasta el miércoles afectaban a 139 playas en todo el litoral noreste, todavía están bajo investigación.

Caracas reaccionó el martes ante esto y la corporación estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) descartó a través de un comunicado que el crudo provenga de campos de su país.