El abogado de la alumna de 15 años que presuntamente provocó el incendio que la noche del 21 de mayo calcinó un dormitorio de una escuela de internado del Gobierno de Guayana, que provocó la muerte de 19 estudiantes, y fue acusada de asesinato, solicitó este martes que se retiraran los cargos contra la menor por falta de pruebas.
En una misiva dirigida al director del Ministerio Público de Guyana, el abogado Dexter Todd afirmó que, sobre la base de las revelaciones en las audiencias, está claro que "no hay absolutamente ninguna prueba potencial que pueda sustentar una acusación de asesinato, y mucho menos asegurar una condena".
Para Todd, las pruebas presentadas ante el tribunal son "circunstanciales y muy débiles" porque los testigos comentaron que la adolescente estaba enfadada con el conserje de la residencia por haberle quitado el teléfono móvil, y amenazó con quemar el lugar.
A su juicio, "ninguno de ellos declaró haberla visto encender el fuego, ninguno de ellos declaró haber aceptado la responsabilidad del incendio, ninguno de ellos dijo haberla visto caminando o corriendo desde la zona donde supuestamente se inició el fuego".
En este sentido, el letrado instó al Ministerio Público a revisar el expediente y retirar los cargos, advirtiéndole de que, de no hacerlo, podría emprender acciones civiles contra el Estado.
La acusación fue por un total de 19 cargos de asesinato causados por esta alumna, que está en prisión preventiva tras comparecer ante un tribunal de Guyana por el siniestro de la Escuela Secundaria Mahdia.
El incendio causó la muerte de 18 niñas, que se alojaban en el dormitorio, y un niño de 5 años, hijo de uno de los cuidadores de la escuela.
La escuela, que estaba fuertemente protegida contra robos, lo que dificultó la evacuación, atendía principalmente a alumnos de pueblos indígenas fuera de Mahdia.
Dado que no hay escuelas secundarias en muchas comunidades montañosas, algunos estudiantes que desean seguir una educación superior asisten a la Escuela Secundaria Mahdia.
El presidente de Guyana, Irfaan Ali, aseguró que la compensación a las familias afectadas "será tratada" y se brindará asesoramiento a todos los estudiantes, sus familias, maestros y miembros de la comunidad.
Las comunidades indígenas, que se sienten abandonadas en muchos casos por el Gobierno, habían exigido una compensación y justicia tras la tragedia.
También ha despertado críticas que Ali y los funcionarios del Gobierno aparecieran junto a varios sobrevivientes y familiares de los fallecidos en una vigilia nacional en Georgetown.
Las personas que vieron el suceso en vivo expresaron su indignación porque los sobrevivientes se vieron obligados a asistir al mismo a pesar de estar "traumatizados".