La Paz, Bolivia.- El expresidente boliviano Evo Morales se declaró en huelga de hambre y pidió abrir un diálogo después de que un operativo policial y militar consiguiera finalmente el viernes despejar la principal ruta del país que estuvo tomada durante 19 días por sus seguidores.
Desde la región cocalera del Chapare donde se resguarda, Morales se declaró en huelga de hambre “hasta que el gobierno acceda a establecer mesas de diálogo por la crisis económica y los temas políticos con la participación de organismos internacionales y países amigos”.
Poco antes, el presidente Luis Arce denunció que “grupos armados afines a Morales tomaron por asalto tres unidades militares” y “rehenes” en el Chapare. En un mensaje por la red X, antes Twitter, Arce denunció que esos grupos “han tomado el lugar donde se encuentra el armamento militar en esas unidades, lo que constituye un acto criminal”. Dijo que era un delito de traición a la patria.
El comandante de la Fuerzas Armadas, el general Gerardo Zabala, instó a los manifestantes a “deponer acciones y abandonar de manera pacífica las instalaciones militares”. Señaló que el armamento en los cuarteles es para “defender la integridad territorial del país” y no seré usada para “generar enfrentamiento entre los bolivianos”.
Poco antes, las Fuerzas Armadas confirmaron “la toma de unidades militares” por parte de “grupos armados irregulares” y el “secuestro” de personal militar, armamento y municiones.
Tras 16 horas de operativo, policías y militares lograron despejar la ruta entre el occidente y el oriente en la región central de Cochabamba donde estaban concentrados los seguidores de Morales. Cientos de camiones y vehículos que habían quedado atrapados comenzaron a circular, según informó el comandante de la policía de esa región, el general Antonio Claure.
La ministra de Salud, María René Castro, informó de 19 policías heridos, ninguno de gravedad. Los uniformados dispersaron con gas lacrimógeno mientras los manifestantes repelieron el operativo con hondas y cargas de dinamita.
El conflicto estalló hace tres semanas cuando se conoció una orden de la fiscalía para detener a Morales por el supuesto abuso de una menor de 15 años cuando él aún era mandatario en 2016. Es investigado por estupro, trata y tráfico de menores.
El 27 de octubre, el político de 65 años denunció que su auto fue baleado cuando se dirigía a un programa de radio en esa zona. El ministro de Gobierno Eduardo del Castillo dio otra versión: dijo que Morales se resistió a la requisa de una patrulla antidroga y huyó.
Cientos de camiones con alimentos, mercadería de exportación y combustibles están atrapados en las carreteras. Los gremios empresariales hablan de millonarias pérdidas, el ministro de Desarrollo Rural, Yamil Flores estimó en 970 mdd las pérdidas.