NACIONES UNIDAS (AP) — El ex primer ministro de Camerún asumió el martes la presidencia de la Asamblea General de Naciones Unidas y lanzó llamado a los países divididos del mundo para unirse y actuar para abordar los desafíos globales, desde el cambio climático y la pobreza, a los conflictos y la violencia armada.
Philemon Yang dijo a los 193 miembros de la asamblea que existen dudas acerca de que las naciones puedan unir sus fuerzas para enfrentar estos y otros asuntos urgentes. "Debemos demostrar que la cooperación internacional sigue siendo la herramienta más eficaz a nuestra disposición para abordar los problemas profundos y sin fronteras que a los que nos enfrentamos", añadió.
Yang, un exdiplomático que fungió como primer ministro de la nación de África Occidental entre 2009 y 2019, afirmó que la piedra angular de su año de presidencia "se construirá sobre los principios de unidad en la diversidad".
La paz y la seguridad seguirán teniendo una "importancia capital" durante su presidencia.
"Por ello, instaré a la Asamblea a intensificar su determinación de dar prioridad la resolución de conflictos, incluyendo los irresolubles en la Franja de Gaza, Haití y Ucrania, así como a encontrar soluciones duraderas para la situación de la región de los Grandes Lagos y otros lugares de África", dijo.
Por su parte, el presidente saliente, Dennis Francis, pidió a la ONU, que se creó sobre las cenizas de la Segunda Guerra Mundial, que de un paso adelante para cumplir con su mandato: mantener la paz y la seguridad internacionales.
"No ningún eufemismo decir que la magnitud del sufrimiento provocado por el hombre que estamos presenciando en todo el mundo es sencillamente asombrosa", indicó el exdiplomático y embajador de Trinidad y Tobago, apuntando a de Gaza y a otros conflictos.
Francis advirtió también que millones de personas viven hoy en la pobreza extrema y la desesperanza y, "en nuestra trayectoria actual, millones más enfrentarán pobreza y hambre para 2030".
El secretario general de la ONU, António Guterres, se centró también en la necesidad de que los países trabajen juntos.
Según Guterres, la 78va sesión de la Asamblea General, que terminó el martes por la mañana, fue un "año tumultuoso" de pobreza, desigualdad, injusticia, división, violencia y conflicto continuados, además de ser el más caluroso de la historia.
"Pero este periodo de sesiones se cierra también en un momento de creciente esperanza e inspiración acerca de lo que podemos lograr si trabajamos unidos", añadió.
En la inauguración de la 79na sesión de la Asamblea más tarde en el día, Guterres dijo a los diplomáticos que "paso a paso, solución a solución, podemos reconstruir la confianza y la fe en los demás, y en lo que podemos conseguir a través de la colaboración y la solidaridad".