Pristina y Belgrado se acusan mutuamente de desestabilizar el norte de Kosovo

BELGRADO (EFE).- Las autoridades de Kosovo y de Serbia se han acusado hoy mutuamente de desestabilizar el norte kosovar, en medio de las elevadas tensiones y los llamamientos de la Unión Europea (UE) a la desescalada y la vuelta al diálogo.

El ministro kosovar del Interior, Xhelal Svecla, aseguró hoy que la policía encontró el viernes en la localidad de Zvecani, en el norte -donde los serbios, minoría en Kosovo, son población mayoritaria- un coche serbio con numerosas armas, explosivos y municiones destinados supuestamente a actos terroristas contra las instituciones kosovares.

Según el portal kosovar RTK, Svecla acusó al presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, de "intentos de desestabilizar Kosovo" mediante supuestos grupos criminales en el norte que tildó de "terroristas".

En Belgrado, el director de la Oficina gubernamental para Kosovo, Petar Petkovic, acusó a Pristina de "desinformaciones y engaños" contra Serbia con el fin de seguir con diarias provocaciones para causar conflictos y "pisotear cualquier posibilidad del diálogo y la normalización".

Según dijo Petkovic en rueda de prensa, Pristina pretende crear pretextos para nuevos arrestos arbitrarios de serbokosovares para intimidar a esa población con la concentración cada vez mayor de la policía especial en el norte y expulsar a los serbios de Kosovo.

Calificó al primer ministro kosovar, el nacionalista Albin Kurti, de "loco que quiere incendiar no sólo el norte de Kosovo, sino la región", y le acusó de "burlarse de la Unión Europea", que el pasado jueves pidió una inmediata desescalada en el norte.

Las constantes tensiones entre Kosovo y Serbia aumentaron a finales de mayo por el rechazo de los serbokosovares a aceptar alcaldes albanokosovares en los cuatro municipios norteños donde se concentra la minoría serbia.

Los alcaldes fueron escogidos en elecciones boicoteadas por serbios, que protestan a diario frente a los ayuntamientos de tres de esos municipios.

Una nueva escalada se produjo la pasada semana cuando Serbia detuvo a tres policías de Kosovo, arrestos que Pristina considera "secuestros", al asegurar que los agentes fueron capturados en suelo kosovar y no en serbio, como afirma Belgrado.

En respuesta, el Gobierno de Kosovo ha prohibido la entrada de mercancías serbias.

Para la desescalada, la UE exige a Pristina que los alcaldes ejerzan sus cargos en otros edificios hasta que se celebren nuevas elecciones, en las que pide participación incondicional de los serbios.

También exige la retirada de los policías especiales kosovares de los Ayuntamientos y los alrededores y la simultánea retirada de los manifestantes serbios.

A Serbia pide además la puesta en libertad de tres policías kosovares.

La UE media en el difícil diálogo de normalización entre Serbia y Kosovo, antigua provincia serbia que proclamó en 2008 su independencia, que Belgrado no reconoce.