Washington.- Miles de personas de todo Estados Unidos se reunieron el sábado en la capital de la nación para defender los derechos reproductivos de las mujeres y otras causas que consideran amenazadas por el gobierno entrante del presidente electo Donald Trump, retomando la Marcha de las Mujeres, poco antes de la segunda investidura del republicano.
Ocho años después de la primera manifestación histórica de la Marcha de las Mujeres, realizada al inicio del primer mandato de Trump, los manifestantes se dijeron sorprendidos por la victoria del magnate y están decididos a demostrar que aún existe un fuerte apoyo para el acceso de las mujeres al aborto, a las personas transgénero, al combate del cambio climático y otros temas.
La marcha es solo una de las varias protestas, manifestaciones y vigilias centradas en el aborto, los derechos de los migrantes y la guerra entre Israel y Hamás que se organizaron antes de la ceremonia de investidura, que se llevará a cabo el lunes. En todo el país, se realizan más de 350 marchas similares en todos los estados. Los manifestantes sostenían carteles con lemas como “Salva a Estados Unidos” y “¿Estás contra el aborto? Entonces no te practiques uno” y “El odio no ganará”.
Reconfigurada y reorganizada, la manifestación tiene un nuevo nombre —la Marcha del Pueblo— como un medio para ampliar el apoyo, especialmente durante un momento de reflexión para la organización progresista tras la decisiva victoria de Trump en noviembre. El republicano tomará posesión el lunes.
Mujeres indignadas por la victoria presidencial de Trump en 2016 acudieron a Washington en 2017 y organizaron grandes manifestaciones en ciudades de todo el país, creando la base de un movimiento popular que se conoció como la Marcha de las Mujeres.
“La Marcha del Pueblo es inusual en cuanto a la vasta gama de temas reunidos bajo una misma plataforma”, dijo Jo Reger, profesora de sociología que investiga movimientos sociales en la Universidad de Oakland en Rochester, Michigan. Las marchas por el sufragio femenino, por ejemplo, se centraron en el objetivo específico del derecho al voto.
Hubo breves momentos de tensión entre los manifestantes y los partidarios de Trump.
Anna Bergman, profesora de secundaria de Minnesota, llevaba su gorro rosa original de la Marcha de las Mujeres de 2017, un momento que capturó el impacto y la ira de progresistas y moderados ante la primera victoria de Trump.
Ahora, con el regreso de Trump, “solo quería estar rodeada de personas con ideas afines en un día como hoy”, señaló Bergman.