TIFLIS, Georgia (AP) — Más de 200 personas han sido detenidas tras cuatro noches de protestas en la capital de Georgia, luego de que el gobierno decidiera suspender las negociaciones para unirse a la Unión Europea tras las críticas del bloque a las elecciones parlamentarias del país.
La controvertida victoria del partido Sueño Georgiano en las elecciones parlamentarias del 26 de octubre del país, ampliamente consideradas como un referéndum sobre las aspiraciones de Georgia de unirse a la UE, ha desencadenado manifestaciones masivas, en las que la oposición ha boicoteado el parlamento.
La oposición y la presidenta prooccidental del país también denunciaron que la votación fue manipulada con la ayuda de Moscú.
Decenas de miles de manifestantes se reunieron fuera del parlamento por cuarta noche el domingo. Algunos manifestantes lanzaron artefactos pirotécnicos a la policía, que respondió con gas lacrimógeno y cañones de agua.
El Ministerio georgiano del Interior informó el lunes de 224 manifestantes detenidos por cargos administrativos y tres arrestados por cargos criminales. Hasta ahora, 113 agentes de policía necesitaron tratamiento médico y otros tres fueron hospitalizados.
La presidenta de Georgia, Salome Zourabichvili, dijo que muchos de los manifestantes arrestados tenían lesiones en la cabeza y la cara, incluidas fracturas en huesos y cuencas de los ojos. En una publicación en X que citaba a abogados que representan a los detenidos, dijo que algunas personas sufrieron golpizas sistemáticas entre su arresto y el transporte a centros de detención.
Zourabichvili ejerce un papel principalmente ceremonial y está previsto que deje su cargo a finales de año. Ha indicado que permanecerá en su puesto hasta que un parlamento "legítimo" elija otro presidente.
Zourabichvili ha acusado al partido gobernante de utilizar métodos rusos para reprimir la libertad de expresión y manipular las elecciones.
Dmitry Peskov, portavoz del presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el lunes que Rusia ve paralelismos entre los eventos en Georgia y los de 2013 y 2014 en Ucrania, cuando una ola de protestas fue desencadenada por la decisión del entonces presidente prorruso de no firmar un acuerdo de asociación con la UE.
Peskov dijo que Rusia no está interfiriendo en Georgia, pero sugirió que otros intentaban "desestabilizar la situación".
"Todos los indicios son de un intento de llevar a cabo una Revolución Naranja", dijo, refiriéndose a las protestas tras una elección disputada en Ucrania durante el invierno de 2004-2005 que más tarde llevó al poder a un líder prooccidental.
Antes de la protesta del domingo, el primer ministro, Irakli Kobakhidze, de Sueño Georgiano, advirtió que "cualquier violación de la ley será enfrentada con todo el rigor de la ley".
"Tampoco escaparán de la responsabilidad aquellos políticos que se esconden en sus oficinas y sacrifican a miembros de sus grupos violentos a un castigo severo", dijo en una conferencia de prensa.
Insistió en que no era cierto que la integración europea de Georgia se hubiera detenido. "Lo único que hemos rechazado es el chantaje vergonzoso y ofensivo, que de hecho era un obstáculo significativo para la integración europea de nuestro país".
El anuncio del gobierno de suspender el proceso de membresía en la UE llegó horas después de que el Parlamento Europeo adoptara una resolución que indicaba que las elecciones de octubre en Georgia no habían sido libres ni justas.
Kobakhidze también desestimó la declaración el sábado del Departamento de Estado de Estados Unidos que anunció la suspensión de su relación estratégica con Georgia y condenó la decisión de detener sus esfuerzos hacia la adhesión a la UE.
"Pueden ver que el gobierno saliente (de Estados Unidos) intenta dejar al nuevo gobierno un legado tan difícil como sea posible. Hacen esto respecto a Ucrania, y ahora también con respecto a Georgia", dijo Kobakhidze. "Esto no tendrá ninguna trascendencia fundamental. Esperaremos al nuevo gobierno y trataremos todo con ellos".
Kobakhidze también confirmó que el embajador de Georgia en Estados Unidos, David Zalkaliani, se había convertido en el último de una serie de diplomáticos en renunciar desde que comenzaron las protestas.
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, y la jefa de política exterior, Kaja Kallas, hablaron con la presidenta Zourabichvili el domingo para condenar la violencia contra los manifestantes y señalar que "las acciones del gobierno van en contra de la voluntad del pueblo", escribió Costa en X.
También el domingo, Kallas y la comisaria de ampliación de la UE, Marta Kos, emitieron una declaración conjunta.
"Observamos que este anuncio marca un cambio respecto a las políticas de todos los gobiernos georgianos anteriores y las aspiraciones europeas de la gran mayoría del pueblo georgiano, como está consagrado en la Constitución de Georgia", dijo la declaración.
El texto reiteró las "serias preocupaciones de la UE sobre el continuo retroceso democrático del país" y urgía a las autoridades georgianas a "respetar el derecho a la libertad de reunión y de expresión, y abstenerse de usar la fuerza contra manifestantes pacíficos, políticos y representantes de los medios".
La UE otorgó a Georgia el estatus de candidato en diciembre de 2023 con la condición de que cumpliera con las recomendaciones del bloque, pero puso en espera su adhesión y cortó el apoyo financiero a principios de este año después de la aprobación de una ley de "influencia extranjera" ampliamente considerada como un golpe a las libertades democráticas.
Sueño Georgiano ha adoptado cada vez más leyes represivas que imitan a las de Rusia, que reprimen la libertad de expresión y restringen los derechos LGBTQ+. Una ley que prohíbe los matrimonios entre personas del mismo sexo, las adopciones por parejas del mismo sexo y el respaldo público y las representaciones de relaciones y personas LGBTQ+ en los medios entró en vigor el lunes.
Hablando con The Associated Press el sábado, Zourabichvili dijo que su país se estaba convirtiendo en un estado "cuasi ruso" y que Sueño Georgiano controlaba las principales instituciones.
"No estamos exigiendo una revolución. Estamos pidiendo nuevas elecciones, pero en condiciones que aseguren que la voluntad del pueblo no será malinterpretada o robada de nuevo", dijo Zourabichvili.