"Solo desde el principio de la llamada contraofensiva, según los últimos datos (...) las unidades ucranianas perdieron más de 90.000 personas, entre muertos y heridos", afirmó durante su intervención en la plenaria del Club de Debate Valdái que se celebra en la ciudad balneario de Sochi (mar Negro).
Según el mandatario ruso, el Ejército ucraniano perdió además durante este período 557 tanques y casi 1.900 blindados.
"Tenemos nuestra visión de cómo avanza todo. Comprendemos qué y cómo debemos hacer todo, qué y dónde debemos reforzar. Avanzamos tranquilamente hacia el cumplimiento de nuestros objetivos y estoy seguro que los alcanzaremos", añadió.
Putin reconoció que Rusia incrementó los gastos de Defensa, pero "no solo para defensa, sino también para la seguridad".
"Crecieron casi al doble, rondaban el 3 % (del PIB), ahora rondan el 6 %. Pero a la vez quiero subrayar que (...) tenemos un superávit del presupuesto en el tercer trimestre de más de 660.000 millones de rublos (6.600 millones de dólares), y tendremos solo 1 % de déficit en el año", explicó.
El presidente ruso señaló que este presupuesto es "bastante saludable" y que "no se puede decir que gastamos demasiado dinero en cañones y nos olvidamos del aceite" de cocina.
"Quiero subrayar que todos los planes de desarrollo anteriormente anunciados, los objetivos estratégicos y los compromisos sociales asumidos por el Gobierno ante la población, se cumplen íntegramente", dijo.
Putin defendió que "la crisis ucraniana no es un conflicto territorial" ya que Rusia "es el país con más territorios a nivel mundial".
"No tenemos interés alguno desde el punto de vista de la conquista de otros territorios, todavía tenemos mucho que desarrollar en Siberia y el Lejano Oriente. Este no es un conflicto territorial y ni siquiera busca establecer un balance geopolítico regional", aseveró.
Según el mandatario ruso, se trata de un asunto "mucho amplio y fundamental: los principios sobres los que se basará el nuevo orden mundial".